ir al contenido

Ketanji Brown Jackson hace historia: es la primera mujer negra en llegar a la Corte Suprema

Su entrada al panel de jueces vitalicios no modifica el espectro ideológico de la corte, sino que lo mantiene en 6-3 y por primera vez en la historia, cuatro de los nueve jueces son mujeres

La jueza Ketanji Brown Jackson, candidata a la Corte Suprema, el 31 de marzo de 2022 | Foto EFE/EPA/JIM LO SCALZO

La jueza Ketanji Brown Jackson será la primera mujer negra en integrar la Corte Suprema de Estados Unidos. El Senado en pleno votó 53-47, con apoyo de tres senadores republicanos moderados, a favor de la confirmación de la nominada del presidente Joe Biden, en una sesión que fue presidida por la vicepresidenta Kamala Harris.

Qué debes saber. Será el tercer juez afroamericano después de Thurgood Marshall y Clarence Thomas, y la sexta mujer. Su entrada al panel de jueces vitalicios no modifica el espectro ideológico de la corte, sino que lo mantiene en 6-3 y por primera vez en la historia, cuatro de los nueve jueces son mujeres, junto a Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Amy Coney Barrett.

Es la cuarta vez que la Cámara alta confirma a Jackson, de 51 años. Pasó por el proceso cuando estuvo nominada para formar parte de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos (2009), el Tribunal Federal del Distrito de Washington (2012) y recientemente a la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia (2021.

  • Fue confirmada en todas las veces de forma bipartidista. En el proceso del año pasado, contó con el apoyo de todos los demócratas y los senadores republicanos Lindsey Graham, Susan Collins, y Lisa Murkowski, las dos últimas le confiaron su voto nuevamente.
  • El senador Mitt Romney, que votó en contra en 2021, se les unió. Desde el principio, Biden y su administración cortejaron a republicanos con el fin de obtener lo que obtuvieron hoy: un apoyo bipartidista.

Un mes y medio después de que Biden anunció a Jackson como su candidata para suplir la vacante del juez Stephen Breyer, quien se jubilará a partir del receso de verano de la Corte Suprema entre junio y julio, el Senado la confirmó para el puesto.

“Busqué a alguien que, como el juez Breyer, tenga un entendimiento pragmático de que la ley debe funcionar para el pueblo estadounidense. Alguien que tenga la perspectiva histórica para entender que la Constitución es una carta resiliente de libertad”, dijo el mandatario cuando presentó a la nominada.

Agregó más adelante: “Sus opiniones siempre están cuidadosamente razonadas, atadas a precedentes y demuestran respeto por cómo la ley afecta a la gente común. No significa que ponga su pulgar en la balanza de la justicia de una forma u otra, pero comprende el impacto más amplio de sus decisiones (...) aportará al Tribunal calificaciones extraordinarias, una gran experiencia e intelecto, y un historial judicial riguroso”.

Prolífica carrera. Sus calificaciones son reconocidas por ambos lados del pasillo. Graduada de Harvard Law School, ejerció nueve años como juez federal en el Distrito de Columbia —nominada por el expresidente Barack Obama— y el año pasado fue ascendida a la Corte de Apelaciones de EE UU para el circuito de DC. También sirvió como asistente legal al inicio de su carrera a varios jueces, entre ellos, al que sucederá a partir de octubre.

  • A mediados de marzo, defendió su historial judicial ante el Comite Judicial del Senado, cuyos miembros la interrogaron durante dos días, pero quedaron marcados más que todos las preguntas de los republicanos, enfocadas en su historial de sentencias en casos de abuso infantil, así como cuestionamientos sobre su posición en temas que mueven la base conservadora del partido, como la enseñaza del racismo en las escuelas y la participación de mujeres transgeneros en los deportes.
  • Fueron esas posturas las que levantaron críticas de sus propios colegas. Collins y Murkowski criticaron el proceso de confirmación que se ha vuelto cada vez más partidista y que está lejos de lo que alguna vez fue. Por ejemplo, el difunto juez Antonin Scalia, nominado por el presidente Ronald Reagan, fue confirmado 98 a 0 en 1986. La difunta juez Ruth Bader Ginsburg, nominada por el presidente Bill Clinton, fue confirmada 96 a 3 en 1993.

Su confirmación también es un triunfo para la administración Biden. El presidente cumple una promesa que hizo como candidato presidencial en un debate en febrero de 2020. “Espero asegurarme de que haya una mujer negra en la Corte Suprema para asegurarnos de que todos estén representados”, dijo en ese entonces y que organizaciones y legisladores se afincaron en recordarle apenas Breyer anunció su vacante.

Y, aunque el amplio apoyo a Jackson por parte de los estadounidenses estuvo reflejado en las encuestas, también mostró parcialmente que el factor principal de elección fuera su color de piel.

Además, 58% de los estadounidenses estuvieron de acuerdo con su candidatura para ser parte del máximo tribunal de la nación, la cifra más alta que la encuestadora Gallup ha medido para cualquier nominado reciente en una medición realizada a inicios de marzo. Pero en una encuesta anterior, también hecha en marzo, 53% aprobó la promesa de Biden, mientras que 41% desaprobó que él hiciera eso su factor principal en su elección.

Últimas Noticias