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Legisladores inician investigación contra contratista de verificación de identidad ID.me

La investigación es un nuevo paso sobre la creciente dependencia del gobierno en la tecnología de reconocimiento facial, que no está regulada federalmente

Legisladores de la Cámara de Representantes iniciaron una investigación sobre la eficacia y seguridad del contratista del gobierno, ID.me, una empresa que brinda servicios de verificación de identidad con uso del reconocimiento facial y que había recibido críticas por largas demoras, errores técnicos, falta de precisión y manejo de la privacidad de los datos.

La investigación es un nuevo paso sobre la creciente dependencia del gobierno en la tecnología de reconocimiento facial, que no está regulada federalmente. Una de las mayores expansiones en su uso se dio en enero cuando millones de estadounidenses tendrían que escanear sus rostros para acceder a sus cuentas del Servicio de Impuestos Internos (IRS, en inglés).

“Serias preocupaciones”. Los legisladores solicitaron al director ejecutivo de ID.me, Blake Hall que entregue registros detallados sobre sus contratos con los gobiernos federal, estatal y local, así como que responda preguntas sobre cómo investiga posibles imprecisiones en sus sistemas.

  • La investigación la lleva el Comité de Supervisión de la Cámara, que se enfoca en el posible abuso de los dólares de los contribuyentes; y el Subcomité sobre la crisis de coronavirus, ya que los estados usaron el servicio para verificar las identidades de las personas que buscaban asistencia por desempleo causado por la pandemia.
  • “Ambos comités tienen serias preocupaciones sobre la eficacia, la privacidad y la seguridad de la tecnología de ID.me, que usted describió como ‘compleja y problemática’, que se utiliza para verificar las identidades de millones de estadounidenses que buscan acceder a servicios gubernamentales esenciales”, dijeron en la carta de 10 páginas vista y publicada por The Washington Post.
  • Los legisladores solicitaron que la empresa detallara cuántas personas completaron el proceso ID.me para autenticar su identidad para acceder a los servicios gubernamentales y cuántas fueron rechazadas. También solicitó el tiempo de espera promedio para usar el servicio y detalles sobre la retención de datos biométricos de las empresas relacionados con contratos gubernamentales.

Un servicio inequitativo. Los legisladores destacaron que no todos los estadounidenses tienen la capacidad de usar ID.me y acceder a servicios gubernamentales claves, como personas de tercera edad y de bajos ingresos que no tienen teléfonos inteligentes o computadoras.

  • “El proceso ID.me crea obstáculos desproporcionados para las personas mayores que pueden enfrentar desafíos al usar nueva tecnología, residentes de áreas rurales y de bajos ingresos sin acceso a Internet de alta velocidad y hogares que comparten dispositivos tecnológicos para la escuela, el trabajo remoto o la búsqueda de empleo”, dice el documento.
  • Otro problema que ha presentado el software está vinculado con la raza, el género y la etnia de las personas. “Los estudios han demostrado que las mujeres afroamericanas o asiáticas tenían hasta 100 veces más probabilidades que los hombres blancos de ser identificadas erróneamente por un sistema de reconocimiento facial”, afirman.

Uso del reconocimiento facial. ID.me brindaba el servicio a 30 estados y 10 agencias federales. Pero tras informes de prensa y preocupaciones sobre el manejo de los datos, la privacidad y la precisión del software, la compañía indicó en febrero que eliminaría el requisito facial en el software de verificación de identidad y el IRS abandonó el plan de exigir a las personas reconocimiento facial para acceder a sus registros fiscales.

  • Los escaneos faciales de la compañía se han realizado en millones de estadounidenses que buscan seguro de desempleo, créditos fiscales, subvenciones de asistencia para pandemias u otros servicios gubernamentales en estados como California, Florida, Nueva York y Texas.
  • La compañía dijo que su tecnología ha sido utilizada por 73 millones de personas, con más de 145,000 nuevas personas uniéndose todos los días.
  • No existe una ley federal que regule el uso del reconocimiento facial o cómo se debe asegurar la tecnología para proteger la privacidad.

Con información de The Washington Post