A Elon Musk no le gustan las reglas. Si ahora se apodera de una de las plataformas centrales de comunicación del mundo, podría convertirse en un problema, dice Carolina Chimoy.

La plataforma de Twitter ha sido descrita por Elon Musk como la "plaza central de la ciudad". En la plaza principal era donde la gente solía enterarse de los acontecimientos más actuales e importantes.

Lo que uno quería saber, se podía escuchar en esa plaza, y lo que se quería dar a conocer también se podía anunciar en ese lugar central de la ciudad. Musk es muy consciente de la importancia de esta plataforma como herramienta de comunicación para nuestros tiempos.

¿Instrumentalización a favor de Musk?

La pregunta es si Musk también es consciente de la responsabilidad que esto conlleva. ¿Entiende él que no se trata, como en una empresa privada, solo de sacar ganancias? Como exitoso empresario, ¿va a instrumentalizar ahora Twittera su favor?

Musk ha filtrado algunas de sus ideas en varias entrevistas y en su última "Ted Talk": quiere dirigir Twitter como una empresa privada. La plataforma no estaría haciendo lo suficiente, según el, en términos de la libertad de expresión, tan enfatizada en EE.UU. La comunicación sería innecesariamente moderada una y otra vez, dijo Musk. Pero, ¿cuál es la "libertad de expresión" de la que habla Musk? ¿Significa eso que cualquiera puede afirmar lo que quiera, también si es seguro que lo que dice no es verdad?

Musk también ha recalcado en varias ocasiones que no cree que tenga sentido prohibir el acceso a la plataforma. Entre las personalidades más famosas vetadas en Twitter se encuentra el expresidente estadounidense Donald Trump. A este se le prohibió el acceso a Twitter después de que sus seguidores asaltaran el Capitolio, el 6 de enero de 2021. Posteriormente, Twitter comentó lo siguiente: "Después de una revisión exhaustiva de los recientes tuits de la cuenta @realDonaldTrump y del contexto que los rodea -específicamente cómo son recibidos e interpretados dentro y fuera de Twitter- hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de que siga incitando a la violencia".

Musk, el "absolutista de la libertad de expresión"

Musk no quiere reglas. En una entrevista dejó claro que esas normas y esa posibilidad de prohibición ya no existirían bajo su mando. El hombre más rico del mundo, que tiene una fortuna de unos 270.000 millones de dólares, quiere hacer de Twitter el "imperativo social" de la libertad de expresión. Todo el mundo. cualquier persona, debería poder expresarse sobre cualquier cosa, dice Musk, que se describe a sí mismo como un "absolutista de la libertad de expresión".

Un mundo que es difícil de imaginar, especialmente bajo sus órdenes, ya que el multimillonario es conocido por haber bloqueado en varias ocasiones a personas que lo han criticado a él o a sus empresas en su propia cuenta de Twitter. Los periodistas que lo han criticado también son acosados regularmente en la cuenta de Twitter de Musk.

Ningún mercado pertenece a una sola persona

Twitter puede ser la plaza pública central del siglo XXI, en el sentido de la comparación de Musk. Pero hay algunas diferencias importantes: la comunicación en la plaza del mercado nunca se ha limitado a 280 caracteres. La comunicación personal proporciona mucha más información que un breve mensaje de texto acompañado, como mucho, de una imagen.

Y la diferencia más importante: la plaza central de una ciudad nunca es propiedad de una sola persona, por lo cual no es tan propensa a la difusión de información falsa, una tendencia que, en ausencia de normas, sólo conducirá a una mayor polarización.

(jov/cp)

últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación