La medida se concreta tras varios días de críticas de los Republicanos, que consideran que la Casa Blanca no hace lo suficiente para hacer frente a la crisis.
EE.UU. ha declarado que aumentará las importaciones de leche de fórmula para bebés en las próximas semanas, buscando hacer frente a la creciente escasez en todo el país.
La Casa Blanca anunció el jueves que está trabajando en la eliminación de las barreras para aumentar las importaciones, ya que las familias informan que no pueden alimentar a sus hijos y racionan los suministros.
La medida tiene por objeto incrementar el suministro tras varios días de críticas por parte de los Republicanos de que la administración no está haciendo lo suficiente para aliviar la escasez; la cual comenzó después de que un importante fabricante cerrara una de sus plantas en febrero.
Un alto funcionario de la administración señaló: "Se trata de acciones importantes que se basan en el trabajo que la administración ha realizado hasta la fecha …estamos trabajando contrarreloj para sacar al mercado la mayor cantidad de producción posible y, al mismo tiempo, mantener el bienestar y la seguridad de los niños y las familias".
La escasez de fórmula para bebés es la más reciente víctima de la inestabilidad generalizada en las cadenas de suministro y los mercados laborales mundiales a raíz de la pandemia. Los suministros del producto alcanzaron durante meses, pero la situación se convirtió en una emergencia cuando el productor Abbott retiró del mercado tres de sus productos después de que cuatro bebés enfermaran tras consumirlos y dos de ellos murieran.
Abbott cerró su planta de fabricación en Sturgis, Michigan, cuando los inspectores de la Administración de Alimentos y Medicamentos iniciaron una investigación. Según los últimos datos Datasembly, una de análisis de mercado, alrededor del 43 por ciento de los productos de fórmula para bebés están agotados.
Los Republicanos han tratado de convertir el asunto en un ataque político a la administración, diciendo que los funcionarios han permitido que el problema se deteriore durante semanas sin controlar la situación.
Elise Stefanik, representante Republicana de Nueva York, dijo el jueves por la mañana: "Cuando en febrero me puse en contacto con la [FDA], no recibimos ninguna respuesta sustancial. Joe Biden simplemente no tiene ningún plan".
Mitt Romney, el senador Republicano de Utah, escribió a la FDA a principios de esta semana acusándola de haberse demorado en ayudar a Abbott a reabrir su fábrica.
Josh Hawley, el senador Republicano de Missouri, sugirió el jueves que Biden debería utilizar la Ley de Producción de Defensa (DPA por sus siglas en inglés) de la época de la guerra de Corea para aumentar los suministros. Los funcionarios pueden utilizar la DPA para obligar a las empresas privadas a dar prioridad al cumplimiento de determinados contratos si se considera que son de interés nacional.
El plan de la Casa Blanca no se basa en la DPA para aumentar los suministros. En su lugar, los funcionarios de la FDA están buscando distintas formas de aumentar las importaciones, las cuales actualmente representan el dos por ciento de los suministros estadounidenses. La administración también está trabajando con los estados para liberalizar el sistema de seguridad social, de modo que los padres puedan utilizar sus prestaciones para pagar una gama más amplia de fórmula infantil.
La FDA informó el jueves que está trabajando "sin descanso" para ayudar a reabrir la fábrica de Sturgis, después de haber recogido varias muestras de la infección bacteriana cronobacter sakazakii durante su investigación. El regulador también afirmó que estaba en contacto con otros fabricantes para que incrementen la producción.
Mientras tanto, Abbott dijo que si obtiene el visto bueno de la FDA, está listo para abrir su centro de Sturgis en dos semanas y tener los productos de nuevo en los estantes en seis a ocho semanas.
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