La industria dice que reservará capacidad de producción para los países de bajos ingresos a cambio de un pago si se eliminan las prohibiciones fronterizas.
Las grandes farmacéuticas se ofrecen a reservar vacunas, medicamentos y pruebas para los países de bajos ingresos en preparación para la próxima pandemia, a cambio de financiamiento y del compromiso de que los gobiernos no impongan restricciones al comercio.
En vísperas de las conversaciones sobre la preparación pandémica que se celebrarán la semana que viene en la Organización Mundial de la Salud, la industria presiona para conseguir una parte del fondo multimillonario de preparación pandémica propuesto por el G20 para cubrir el costo de reservar capacidad de fabricación en las plantas existentes.
La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA por sus siglas en inglés) argumenta que el mecanismo permitiría la rápida distribución de suministros a las naciones de ingresos bajos y medios en caso de una nueva variante de Covid-19 o de la próxima pandemia.
Pero la iniciativa se enfrenta a la resistencia de quienes critican a las grandes farmacéuticas alegando que renunciar a los derechos de propiedad intelectual sobre los medicamentos y localizar la fabricación en África es una mejor manera de garantizar la igualdad de acceso a las vacunas, los tratamientos y los diagnósticos en el mundo en desarrollo.
Algunos grupos de la sociedad civil han criticado a Moderna, Pfizer y BioNTech, las cuales fabricaron las eficaces vacunas Covid basadas en la tecnología del ARN mensajero, por apresurarse a firmar acuerdos de suministro con las naciones ricas antes que con COVAX, un organismo creado para abastecer a los países de bajos ingresos.
Public Citizen dijo que la propuesta de la IFPMA proporcionaría una "subvención corporativa" a la industria consolidada e iría en contra de los esfuerzos para democratizar la fabricación de vacunas mediante el aumento de la producción en África y compartiendo la propiedad intelectual.
La propuesta de IFPMA, contenida en un documento político al que tuvo acceso el Financial Times, dice que el sistema sólo funcionaría si las naciones ricas se comprometieran a permitir el comercio en una futura crisis y evitaran el tipo de "nacionalismo de las vacunas" y las prohibiciones de exportación que arruinaron la respuesta inicial del mundo al Covid.
India detuvo las exportaciones de vacunas durante cinco meses en 2021 cuando sufrió una ola de infecciones por Covid. Estados Unidos invocó poderes especiales para tiempos de guerra que obligaron a las empresas privadas a cumplir los contratos nacionales antes que otros pedidos, y la UE impuso controles a la exportación en el momento más álgido de la pandemia.
"Las restricciones vigentes durante el Covid-19 socavaron la capacidad de fabricar y suministrar vacunas y tratamientos de forma equitativa", señala el documento, que pide a los gobiernos que apoyen "la demanda previsible y creciente" de los países desatendidos para respaldar la capacidad de fabricación entre pandemias.
"Cuando nos encontramos con obstáculos y problemas con algunas vacunas — ya sea por las prohibiciones de exportación, los retrasos en el desarrollo o las dificultades para aumentar producción [durante esta pandemia] —, las empresas con las vacunas más solicitadas recibieron un exceso de pedidos por parte de los países ricos", afirmó Thomas Cueni, director general de la IFPMA.
"La voluntad de las empresas farmacéuticas innovadoras de reservar por adelantado parte de su producción para las poblaciones vulnerables (según determinen las autoridades sanitarias durante las pandemias) en los países de ingresos bajos sería un verdadero punto de inflexión".
La petición de la IFPMA se produce al tiempo que los responsables políticos se reúnen en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, que comienza el domingo, para debatir cómo reforzar la prevención, la preparación y la respuesta ante las pandemias y aprender de los errores cometidos en la lucha contra el Covid-19. Esto incluye los esfuerzos del G20 para establecer un Fondo de Preparación para Pandemias y Seguridad Sanitaria Mundial manejado por el Banco Mundial, que tendría como objetivo desembolsar hasta $10.000 millones al año durante los próximos cinco años para incrementar la capacidad de los sistemas sanitarios en los países de ingresos bajos y medios.
Hasta ahora sólo se han prometido $1.000 millones para el fondo, lo que hace temer a la industria que la "fatiga pandémica" y otras crisis geopolíticas, como la guerra de Ucrania, puedan hacer mella en la decisión de los gobiernos de financiar la preparación para pandemias.
La propuesta de la IFPMA recibe el apoyo de la Coalición para las Innovaciones en pro de la Preparación para Epidemias (CEPI) y de GAVI, la Alianza para las Vacunas, que lideran COVAX conjuntamente. A ambas les preocupa que el mundo siga estando mal preparado para hacer frente a la próxima variante de Covid o a una nueva pandemia.
El Dr. Richard Hatchett, director ejecutivo de CEPI, dijo que reservar vacunas para los países de bajos ingresos podría ayudar a resolver un problema al que se enfrentó Covax en los primeros días de la pandemia, cuando no pudo firmar acuerdos de compra anticipada de vacunas con la industria porque no tenía fondos.
"Con este tipo de mecanismo de financiamiento en marcha, los socios de la industria podrían decir que podemos reservar esta parte o alguna capacidad [de fabricación] para la adquisición de equidad global", dijo.
Hatchett dijo que sería mejor tener una distribución más equitativa de la fabricación de productos farmacéuticos entre las naciones de ingresos medios y bajos, pero que la propuesta era una buena solución provisional hasta que se logre eso.
Jamie Smyth en Nueva York
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