La Corte Suprema de Estados Unidos pronto emitirá su opinión sobre el mayor caso vinculado a la Segunda Enmienda —que protege el derecho a poseer y portar armas —en más de una década. Un dictamen que llegará luego de los recientes tiroteos en Buffalo y Uvalde, que reavivaron un tenso debate sobre la violencia armada y la seguridad pública.
¿De qué es el caso? Nueva York requiere que las personas demuestren una "causa adecuada" para portar armas de fuego ocultas, incluida una necesidad de defensa propia real para recibir el permiso de un oficial estatal de licencias de armas de fuego.
- Los demandantes son dos propietarios de armas a quienes se les negaron el permiso y que pertenecen a la filial de Nueva York de la Asociación Nacional del Rifle. Piden a la Corte Suprema derogar esa ley.
- Señalan que la ley, que data de 1913, viola el derecho a poseer y portar armas de la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
- El caso, llamado New York State Rifle & Pistol Association Inc. v. Bruen, decidirá si negarles el permiso a los peticionarios de licencias de portación de arma oculta para defensa propia viola la Segunda Enmienda.
- Las decisiones de la Corte Suprema en 2008 y 2010 establecieron un derecho nacional a tener un arma en casa para defensa propia. La cuestión a la que se enfrenta ahora el tribunal es sobre el derecho a portar un arma fuera del hogar.
¿Qué dijeron en los argumentos orales? El 3 de noviembre de 2021, los nueve jueces de la Corte, seis de ellos conservadores, escucharon los argumentos orales del caso.
- El abogado Paul Clement argumentó en nombre de los residentes de Nueva York que quieren un derecho ilimitado a portar armas ocultas en público. "Llevar un arma de fuego fuera de su casa es un derecho constitucional fundamental", dijo.
- El juez Stephen Breyer preguntó qué tipo de licencia solicitaban los impugnadores de la ley. “¿Se supone que la licencia dice que puede llevar un arma oculta por las calles o la ciudad o afuera solo por diversión? Quiero decir, son armas peligrosas”, dijo.
- Pero también hubo otras posturas como la del juez Samuel Alito, quien preguntó si la ley permitiría que una persona que sale tarde del trabajo y tiene que viajar a través de un área de alta criminalidad para llegar al metro o al autobús obtenga un permiso para portar un arma.
- En defensa del estado de Nueva York, la procuradora general Barbara Underwood, aseguró que no, que esa persona no tiene una necesidad específica de un arma que sea diferente del público en general.
- Los jueces también discutieron extensamente los criterios que permitirían definir "lugares sensibles" donde las armas aún podrían estar prohibidas si la ley fuera invalidada, como el metro, los estadios de fútbol o Time Square.
- Clement sostuvo que las prohibiciones de armas en los edificios gubernamentales y las escuelas probablemente serían aprobadas, pero que otros necesitarían un examen caso por caso.
- Underwood indicó que permitir que Nueva York solo limite el porte de armas en lugares sensibles sería inadecuado. “En principio, tiene una cualidad atractiva, pero en la implementación creo que no tendría éxito”, explicó.
¿Qué pasa si se anula la ley? Un fallo que derogue la ley de Nueva York generaría preguntas legales sobre cómo y cuándo los gobiernos locales pueden regular las armas de fuego en lugares sensibles.
- “Creo que este caso, más que Heller [2008], nos dirá qué formas de regulación de armas son constitucionales y por qué”, señaló Joseph Blocher, profesor de derecho en Duke que codirige el Centro Duke para la Ley de Armas de Fuego, a The Hill.
- Los estados California, Hawái, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island también tienen leyes similares que podrían verse afectadas por la decisión del tribunal.
- Incluso tendría un impacto en la seguridad pública. “Ya sabemos que más armas equivalen a más delitos y tenemos una gran cantidad de tiroteos masivos: los homicidios con armas se han disparado en los últimos años”, afirmó Adam Winkler, profesor de la Facultad de Derecho de la UCLA, a The Hill.
- Agregó: “Tenemos un problema importante de violencia con armas de fuego y es probable que ampliar las protecciones de la Segunda Enmienda, más de lo que ya son, dificulte mucho que los legisladores promulguen leyes efectivas para reducir la violencia armada”.