El zar antidroga de la Casa Blanca dice que también se revisarán la legalización de la marihuana y los sitios seguros para inyecciones.
El gobierno de Biden priorizará la "reducción de daños" para afrontar el abuso de las drogas, al tiempo que revisará los datos para evaluar la legalización de la marihuana y los lugares seguros para inyecciones. Implica una ruptura con la política estadounidense de siempre, dijo el zar de las drogas de la Casa Blanca.
El Dr. Rahul Gupta, primer médico que ocupa el puesto de director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, declaró en una entrevista que la política federal está cambiando para abordar la crisis de las sobredosis en EEUU como una emergencia de salud pública y no como un problema principalmente de justicia penal.
Más de 107.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas el año pasado, lo que supone un aumento de casi el 50 por ciento en dos años, según los datos provisionales publicados el mes pasado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Gupta dijo que estaba claro que décadas de campañas antidroga no habían funcionado.
"Por primera vez en la historia, el gobierno federal está adoptando políticas específicas de reducción de daños", declaró Gupta al Financial Times.
Las políticas de reducción de daños aceptan que haya consumo de drogas ilegales y pretenden minimizar sus efectos para salvar vidas. Se ha adoptado en algunos países europeos y en Australia, pero cuenta con la oposición de algunos legisladores conservadores de EEUU, que argumentan que puede fomentar el abuso de drogas.
El fentanilo, un analgésico potente que se utiliza en los hospitales, pero que ahora es una droga habitual en la calle, es responsable de casi dos tercios de las muertes por sobredosis en EEUU.
El gobierno de Biden está financiando la distribución nacional del medicamento para prevenir las sobredosis, la naloxona, las tiras reactivas de fentanilo y las jeringuillas esterilizadas para los adictos. Sin embargo, aún no ha levantado la prohibición de los puntos de inyección supervisados, que son lugares donde los consumidores de drogas pueden autoadministrarse y recibir ayuda de emergencia si sufren una sobredosis.
Recientemente se han abierto dos centros de este tipo en Nueva York, lo que ha llevado a los legisladores Republicanos a pedir al presidente Joe Biden que ordene al Departamento de Justicia el cierre de estas instalaciones "ilegales". Hasta ahora las autoridades federales no han tomado ninguna medida.
Gupta señaló que la administración debe comprender la eficacia clínica de los lugares de inyección seguros antes de decidir si recomienda el levantamiento de la prohibición federal existente. La política se guiará por la ciencia, los datos y el deseo primordial de salvar vidas, añadió.
Durante su campaña electoral de 2020, Biden dijo que apoyaba la despenalización de la marihuana que elimina penas por posesión. Aún así, no ha indicado si apoya la legalización del cannabis a nivel federal.
El presidente se enfrenta a una presión cada vez mayor para que aborde el asunto, dado el número de estados de EEUU que están impulsando la legalización y la votación de la Cámara de Representantes el 1 de abril para aprobar un proyecto de ley de reforma que eliminaría la marihuana de la lista federal de sustancias prohibidas.
Gupta dijo que la posición de la Casa Blanca sobre la legalización de la marihuana también seguirá lo que diga la ciencia evaluando las experiencias de los 19 estados de EEUU que ya han autorizado el uso recreativo de la marihuana.
"Estamos aprendiendo de esos estados. Estamos monitoreando los datos y tratando de ver hacia dónde van las cosas. No obstante, una cosa está muy clara y el presidente ha sido claro al respecto. Las políticas que hemos tenido en torno a la marihuana no han funcionado", dijo Gupta.
David Herzberg, historiador de la Universidad de Buffalo especializado en la política de drogas de EEUU, afirmó que la legalización de los puntos de inyección seguros y de la marihuana representaría un cambio drástico en la política estadounidense. Dijo que no está claro si tales políticas recibirán apoyo dentro de la administración Biden.
"Se podría acabar con una especie de disputa territorial... va a haber mucho dinero para la política de drogas y la pregunta será quién lo va a conseguir. Policías o médicos", dijo Herzberg.
Gupta señaló que existe una clara necesidad de replantear el enfoque del pasado basado en la justicia penal. "No deberían encarcelar ni detener a la gente solo por su consumo de drogas", dijo.
Jamie Smyth y Caitlin Gilbert en Nueva York
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