ADVERTENCIA. Si no hay acciones por parte del Congreso y la Casa Blanca, el paro estudiantil se llevaría a cabo con el reinicio de clases, según los Oliver. | Diseño ETL.

Patricia y Manuel Oliver, padres de Joaquín Oliver, uno de los estudiantes que murió en el tiroteo de la escuela Marjory Stoneman Douglas High School, de Parkland, Florida, llamaron el sábado 11 de junio, durante la Marcha por Nuestras Vidas (March For Our Live) en Washington DC, a un paro estudiantil como medida de presión para que el Congreso apruebe una ley de control de armas y para que la Casa Blanca tome acciones concretas para evitar que más estudiantes sean asesinados.

“Nosotros tenemos casi cinco años, algunos llevan más tiempo, haciendo todo lo que podamos para que nos escuchen, para que aprueben leyes que puedan salvar vidas y todo ha sido ignorado, todo ha sido pasado por alto. Han sido dos administraciones las que están en contra de avanzar con estas leyes. Decidimos poner presión y tomar medidas generando una crisis, una necesidad de respuesta”, dijo a El Tiempo Latino Manuel Oliver.

La propuesta del paro de estudiantes y de que los padres respalden la medida de no enviar a sus hijos a la escuela, mientras el tema del control de armas no avance en el Congreso, se materializaría al inicio del año escolar y según Patricia, la madre de Joaquín, los ciudadanos no pueden seguir tolerando que a diario se registren tiroteos en el país.

“Estamos viviendo un tiroteo tras otro, es culpa nuestra de que no tomemos acciones y sigamos haciendo un rally y no tomemos acciones. En esta concentración se ha hecho el llamado para que sigamos trabajando juntos, no le vamos a dar más chance al gobierno; sino vamos al paro general, porque no podemos vivir en esta crisis constante y en pánico constante”, afirmó la madre.

Después del tiroteo de Uvalde, en Texas, en el que fueron asesinados 19 niños y dos profesoras, más personas alrededor del país están exigiendo acciones para el control de armas y para que se prohíba que una persona menor de 18 años pueda comprar un arma. Miles de estas personas llegaron a DC para sumarse a esta exigencia.

Desde temprano se observaron ofrendas y un pequeño “memorial” que se había colocado al pie del Monumento a Washington. Familias enteras, padres preocupados por la seguridad de sus hijos en las escuelas, estudiantes inquietos, que piensan que ninguna escuela del país está exenta de que ocurra un tiroteo como el de Uvalde o el Parkland, llegaron al National Mall para sumarse a la protesta.

La alcaldesa Muriel Bowser fue una de las primeras en subir al pódium. La burgomaestre dijo que cada vez más personas se suman a la exigencia para que el Congreso tome acciones para aprobar la reforma a la ley de armas. Sin embargo, señaló que los ciudadanos deben hacer más presión para que el tema avance.

“No tenemos que vivir así. Somos miles de millones de ciudadanos y tenemos a cero senadores que nos representan, no podemos dejar que se olviden a todas las víctimas y por eso, les digo que no nos detengamos en esta lucha, las soluciones están en sus manos, por eso les digo a ustedes jóvenes y padres, sigan luchando, sigan marchando, sigan exigiendo un cambio ahora y voten para que haya un cambio ahora”, aseveró la alcaldesa.

“Todos estamos muy enojados”

“Todos estamos muy enojados y creo que esa es la razón por la que estamos hoy aquí juntos”, con esas palabras Patricia Oliver se dirigió a todos los que habían llegado a la concentración. Efectivamente, el enojo y la rabia, que provoca en las personas el hecho de que el tiroteo de Uvalde y las muertes de los jóvenes estudiantes no ha sido suficiente para que el Congreso tome acciones, se podía percibir en el ambiente.

Mientras Patricia y Manuel estaban en el escenario, padres de familia y estudiantes que hablaron con El Tiempo Latino dijeron sentirse impotentes y con miedo de enviar a sus hijos a la escuela sabiendo que no están seguros.

“Mi hija ha hecho simulacros para reaccionar a incidentes de estos desde que estaba en el preescolar, esto se ha vuelto una norma en el país, nadie más hace este tipo de cosas en otros países. No quiero que mi hija tenga miedo de ir a la escuela, no quiero tener miedo. Si esto pasa en Uvalde y en cualquier otra [institución], nuestros hijos no están seguros”, comentó Magdalena, una madre que llegó desde Maryland.

“No podemos dejar que más gente siga muriendo en las escuelas por esto, todos tenemos derecho de vivir y es absurdo que sea tan fácil comprar armas y asesinar a estudiantes de esta manera. Estamos aquí porque estamos enojados, porque no hay acciones, se trata de salvar vidas y de protegernos”, dijo Zoe de Rosario, una estudiante.

“Como padres nos sentimos molestos y tenemos miedo de enviar a nuestros hijos a las escuelas porque no están seguros. Cada día tenemos miedo porque no sabemos si nuestros hijos van a regresar y no es aceptable que nos sintamos así”, dijo Edward Portillo.

Llamado al paro estudiantil

Los padres de familia, preocupados por la situación de inseguridad en los recintos escolares, coinciden en que ya han sucedido suficientes desgracias y tiroteos para que el Congreso y la Casa Blanca rompan el círculo vicioso en el que cae el tema del control de armas cuando ocurre una nueva masacre de estudiantes.

Manuel Oliver dejó claro que es momento de traer una consecuencia a la falta de acciones y a la sordera que, a su juicio, tienen los legisladores a la hora de escuchar a los padres que perdieron a sus hijos en un tiroteo o a los estudiantes que tienen miedo.

“Es tiempo de hacer que haya consecuencias a las acciones. Si los legisladores y la gente que tiene el poder de mantenernos seguros ante la violencia de las armas van a evadirnos para tomar acciones para salvar nuestras vidas. Entonces, la gente joven del país, todas las personas que puedan oír mi voz también deben evadir… evitar ir a la escuela si nuestros líderes fallan o evaden acciones para mantenernos seguros y lejos de la violencia de las armas en las escuelas”, dijo Oliver a la multitud.

Y agregó: “Eviten ir a la escuela si los líderes en el Senado Chuck Schumer y Mitch McConnell fallan aprobando leyes, que reduzcan la violencia en las escuelas. Eviten ir a la escuela si el presidente Biden nos falla y no abre una oficina de la Casa Blanca para prevenir la violencia de las armas. Finalmente tenemos que traer toda la atención necesaria si los políticos no quieren tomarnos atención”.

Los asistentes prometieron con la mano en el corazón hacer presión y exigir más a los políticos por la protección de los niños y jóvenes, y por el control de armas en el país.

Incidente e histeria

Poco después de la intervención de los Oliver y mientras otros invitados, entre padres de familia de sobrevivientes de tiroteos en las escuelas se dirigían a los protestantes, un hombre blanco empezó a lanzar objetos en contra de la multitud y a gritar, diciendo que las armas eran un derecho de los estadounidenses.

De inmediato, esto provocó histeria e hizo que algunas de las víctimas revivieran su trauma y sus miedos. Algunas personas se tiraron al suelo, pensando que el sujeto había lanzado alguna especie de objeto explosivo, otros pensaron que el hombre iba a sacar un arma. 

El incidente fue controlado rápidamente por la policía, pero causó conmoción entre muchos que no pudieron contener las lágrimas.

Después de unos minutos y de que la policía del Servicio Secreto y del National Mall requisara al individuo, el hombre fue puesto bajo arresto. Las autoridades no hablaron sobre los posibles cargos, ni tampoco sobre la identidad del individuo.

El hombre fue subido a una patrulla.

Las víctimas hablan 

La última persona en dirigirse a los que se habían sumado a la protesta en contra de las armas fue Emma González, ahora llamada X González, una de las sobrevivientes del tiroteo de Parkland, en el que murió Joaquín Oliver. Su discurso estuvo cargado de enojo y reclamo hacia las autoridades. Así es como la activista dice que maneja su trauma y sus pensamientos suicidas: dirigiendo la rabia hacia los legisladores y los políticos.

“Si todo esto pasara en otro país, ustedes abusarían de su poder y lo usarían como excusa para colonizar y bombardear a la gente de ese país, pero cuando pasa aquí ustedes lo replican y lo sostienen. ¿Creen que no vemos todo esto? Hay una sola cosa que callará todos nuestros discursos y protestas: ¡Aprueben la ley de control de armas!”, exigió González.

González aseguró que aprendió que manejar sus traumas y enfocarlos en las protestas hacia los congresistas que ignoran el problema de las armas y de las masacres en las escuelas, es una forma positiva -para ella- de enfocar la energía de su ira hacia quienes tienen la solución en sus manos.

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