Los precios de los alquileres en Estados Unidos están 26,6% más altos en comparación al año 2019, antes de que comenzara la pandemia del COVID-19, pues, en mayo, el arriendo alcanzó su último máximo de $1.849 por mes.
Aunque mayo fue el décimo mes consecutivo de crecimiento anual de dos dígitos en los alquileres de Estado Unidos, este aumento fue el más reducido que ha habido desde septiembre de 2021. Lo que da un respiro a los inquilinos.
Las cifras. Mayo fue un reto para quienes buscaron asequibilidad de alquileres en todo el país. El precio del alquiler siguió el sendero del aumento y llegó a un nuevo máximo de $1.849 por decimoquinto mes consecutivo.
- Los apartamentos tipo estudios aumentaron un 16,9% para un promedio de $1.530; los de una habitación, un 15,2% para llegar a $1.708; y dos dormitorios, un 14,8% ($2.076).
Precios y presión financiera. La economista jefe de Realtor.com, Danielle Halle, destaca que indudablemente, los inquilinos se enfrentan a precios altísimos, situación que empeora con la inflación, lo que les genera presión sobre sus finanzas. (editado)
- Con el escenario de esta situación, Halle expresa que los datos de mayo sugieren que el aumento de los alquileres están empezando a disminuir y considera que esto se debe a que los ingresos no pueden mantenerse, aún teniendo un fuerte mercado laboral.
- "Aunque el crecimiento de las rentas sigue siendo históricamente alto, la tasa se ha enfriado gradualmente desde enero, retirándose del ritmo febril de 2021", indicó.
Predicciones no cumplidas. En abril, expertos predecían que los alquileres superarán los $2.000 durante el verano, sin embargo, la desaceleración que repuntó en mayo, y si estas tendencias se mantienen, esto tardará en materializarse.
- Las personas que buscan alquileres disponibles dentro de sus presupuestos hallarán que las rentas nacionales obtuvieron menor ganancia interanual (+15,5%) desde septiembre de 2021. Esto significa que los alquileres dieron un paso atrás y no han superado los $2.000 este verano.
- Se pronostica que la recuperación de la oferta de viviendas en venta se acelerará en la segunda mitad del año, por lo que la presión sobre la demanda y los precios del alquiler podría disminuir aún más.
Fuente principal: Realtor.com