El estrés, según investigaciones del Mental Health Fundation, a veces puede ser positivo porque hace que las personas estén más alerta y ayuda a que se desempeñen en determinadas situaciones. Sin embargo, en gran medida puede ser nocivo para la salud ¿Cómo controlar y reducir el estrés? Aquí te lo decimos.
El exceso de estrés puede provocar enfermedades cardíacas y problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
En situaciones que hacen sentir a las personas molestas o amenazadas, el estrés se intensifica y puede hacer que estas cambien su comportamiento y experimenten emociones intensas.
Entre los síntomas físicos que provocan el estrés destacan los problemas para dormir, sudoración o cambios en el apetito.
Preparando al cuerpo para una respuesta de emergencia, las hormonas de adrenalina y noradrenalina elevan la presión arterial, aumentan la frecuencia cardíaca y aumentan la velocidad a la que se transpira. También pueden reducir el flujo de sangre a la piel y la actividad del estómago.
En situaciones de estrés el cortisol libera grasa y azúcar para que la persona aumente su energía, por lo que se puede experimentar dolores de cabeza, tensión muscular, dolor, náuseas, indigestión y mareos.
Consejos que ayudan a controlar y reducir el estrés
Expertos del Mental Health Fundation diseñaron una guía que brinda consejos sobre cómo controlar y reducir el estrés, en la que determinan que “el estrés es una reacción natural a las situaciones difíciles de la vida, como el trabajo, la familia, las relaciones y los problemas de dinero”.
Entre los consejos destacan:
Darse cuenta cuando está estresado: no ignorar las advertencias físicas como músculos tensos, cansancio excesivo, dolores de cabeza o migrañas.
Identificar las causas del estrés: clasificar las posibles causas del estrés que tienen soluciones prácticas, aquellas que mejorarán con el tiempo e identificar cuáles son las que no se puede hacer nada para cambiar la realidad.
Revisar prioridades: es posible que la persona deba priorizar las metas que está tratando de lograr y reorganizar su vida para que no esté tratando de hacer todo a la vez.
Comer saludable: hay una cantidad creciente de evidencia que muestra cómo la comida afecta nuestro estado de ánimo por lo que una dieta saludable reducirá los riesgos de enfermedades relacionadas con el estrés.
Hacer ejercicio: está comprobado que el ejercicio físico es eficaz para aliviar el estrés. También ayuda salir a tomar aire fresco y hacer ejercicio físico ligero.
Tomarse un descanso: “Lograr un equilibrio entre la responsabilidad hacia los demás y la responsabilidad hacia uno mismo es vital para reducir los niveles de estrés”, explicó la institución.
No ser demasiado duro consigo mismo: “Trate de mantener las cosas en perspectiva. Después de todo, todos tenemos días malos”, aconsejaron.
Fuente principal de la información: Mental Health Fundation.