Hasta hace poco no existían pautas para tratar los problemas de salud especiales que enfrentan los adultos con síndrome de Down quienes actualmente tienen un rango de vida útil de 60 años.
Recientemente en Estados Unidos se publicó una guía para familias y cuidadores que desglosa consejos sobre el cuidado y las necesidades médicas de los adultos con esta anomalía cromosómica.
La guía fue desarrollada por Global Down Syndrome Foundation (GLOBAL), una organización sin fines de lucro enfocada en mejorar la salud de las personas con síndrome de Down.
Para llevar a cabo el proyecto, GLOBAL trabajó con los directores clínicos de ocho de los centros médicos de síndrome de Down más grandes, así como con otros expertos, en consulta con adultos con síndrome de Down, sus familiares y otros defensores.
9 tipos de problemas que enfrentan adultos con síndrome de Down
Las recomendaciones abordaron los nueve tipos de problemas de salud más comunes que enfrentan los adultos con síndrome de Down:
Problemas de comportamiento, demencia, diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, inestabilidad de los huesos en la base del cráneo y el cuello, osteoporosis, problemas de tiroides y enfermedad celíaca.
Además, refleja la importancia de adaptar los tratamientos para los pacientes para evitar diagnósticos erróneos.
La fundación explicó que varias de las preguntas planteadas por los autores médicos no tenían evidencia de investigación publicada, lo que, según los funcionarios, era una prueba de las disparidades que enfrentan las personas con síndrome de Down.
Aunque este es el trastorno cromosómico más común en los Estados Unidos y afecta aproximadamente a 1 de cada 700 bebés nacidos, históricamente la investigación del síndrome de Down ha estado subfinanciada en comparación con otras afecciones genéticas importantes.
Actualmente se están realizando más investigaciones, impulsadas por la autodefensa y los esfuerzos de los padres, cuidadores, médicos y otros.
Sin embargo, todavía existen discriminación y disparidades, tanto que algunos proveedores médicos aún confían en información inexacta o desactualizada sobre la condición.
Fuente principal de la información: The Washington Post.