Las encuestas que se realizaron a ejecutivos apuntan a una desaceleración de la actividad empresarial en toda la UE.
El euro se cotizó hoy martes a un nuevo mínimo en dos décadas frente al dólar, debido a que el temor a un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense y la crisis energética europea golpearon los ánimos de los inversionistas.
La moneda oficial de la eurozona cayó un 0,4 por ciento, hasta $0,9899, alcanzando un nuevo mínimo en 20 años, después de haber caído por debajo de la paridad con el dólar el lunes en base a que la preocupación de que Rusia suspenda el suministro de gas a Europa en represalia por el apoyo que Occidente ha brindado a Ucrania empañó las perspectivas económicas de la eurozona.
En lo que va de agosto, la moneda se ha desplomado un 2,9 por ciento frente al dólar, lo que supone su tercer mes consecutivo de descensos.
El movimiento refleja tanto el creciente nerviosismo sobre cómo afectará la crisis energética a la economía europea como las expectativas de que el banco central estadounidense siga subiendo agresivamente las tasas de interés. Las tasas más altas suelen hacer que el mercado de deuda de un país resulte más atractivo para los inversionistas extranjeros, ya que aumentan los beneficios que pueden recibir por mantener bonos emitidos en esa moneda.
Las encuestas realizadas a los empresarios de la zona del euro, publicadas el martes, ponen de manifiesto la preocupación que hay en cuanto a la economía del bloque. El índice de gerentes de compras de S&P Global cayó a 49,2 en agosto, frente a los 49,9 del mes anterior, lo que indica un repunte del ritmo de contracción de la actividad empresarial.
"Los datos de hoy en la zona euro coinciden con nuestras expectativas de que la actividad manufacturera escasea y que se presentará una ralentización del impulso de los servicios", señalaron los economistas de Goldman Sachs.
En cuanto a la renta variable, el índice europeo Stoxx 600 bajó un 0,3 por ciento en las operaciones de la tarde, tras haber sufrido el lunes la mayor caída en más de un mes. La negociación de futuros del martes implicaba que el índice de acciones S&P 500 de Wall Street subiría un 0,1 por ciento el martes, tras haber cerrado un 2,1 por ciento más bajo en la sesión anterior, en su mayor caída diaria en más de dos meses.
Las variaciones se producen antes del simposio de banqueros centrales de Jackson Hole, que se celebrará a finales de esta semana, y en el que se espera que el presidente de la Fed, Jay Powell, subraye su compromiso de subir las tasas de interés para aplacar la demanda de los consumidores con el fin de hacer frente a una inflación persistentemente alta.
"Es probable que Powell declare que la Fed subirá las tasas lo que sea necesario y durante el tiempo que sea necesario", afirmó el estratega de Standard Chartered Steve Englander.
Las actas de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de julio (en la que elevó su principal tasa de interés en 0,75 puntos porcentuales, hasta un rango objetivo de entre el 2,25 por ciento y el 2,5 por ciento) mostraron que los responsables políticos debatieron la decisión de mantener las tasas en niveles que restringieran la economía estadounidense.
En los mercados de deuda pública, el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años cayó 0,01 puntos porcentuales, hasta el 3,02 por ciento. Este rendimiento de la deuda, que sustenta el precio de los préstamos en todo el mundo, había subido en los últimos días porque los operadores anticipan un tono agresivo por parte de Powell en Jackson Hole.
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