Mientras algunos candidatos Republicanos sufren escasez de fondos, el expresidente, el RNC y los principales partidos del estado han gastado importantes sumas de dinero en temas legales.
Desde que Donald Trump dejó el cargo de presidente, su operación política gastó más dinero en abogados que lo representan, y en un par de organizaciones sin fines de lucro atendidas por exmiembros del gabinete, que en las campañas republicanas en el Congreso, según una revisión de informes financieros.
En los últimos días, el PAC de liderazgo de Trump, Save America, ha bombardeado a sus partidarios con solicitudes de donaciones que se enfocan en la crítica contienda del próximo mes por el control del Congreso. "Es IMPERATIVO que ganemos a lo GRANDE en noviembre", decía un correo electrónico enviado la semana pasada.
Hasta ahora, el grupo aportó alrededor de $8,4 millones directamente a las campañas y comités republicanos, $7 millones a los abogados de Trump y otros $2 millones a las organizaciones sin fines de lucro, que emplean a exmiembros de su administración, incluido el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows. Se espera que los honorarios legales aumenten, dicen los asesores de Trump, ya que emplea un creciente séquito de abogados para defenderse de las investigaciones federales, estatales y hasta municipales.
Los informes disponibles, que revelan pagos solo hasta fines de agosto, muestran que en los últimos veinte meses Save America no envió su cheque de mayor monto a un candidato respaldado por Trump ni lo utilizó para publicidad dirigida a los votantes de estados pendulares. En cambio, el pago de $3 millones se destinó a un bufete de abogados de Florida que representa al expresidente en la investigación del Departamento de Justicia sobre su manejo de documentos gubernamentales en Mar-a-Lago y la investigación sobre los disturbios del 6 de enero de 2021, con el objetivo de mantener a Trump en el poder. El abogado de Trump, Christopher Kise, exigió el pago de los honorarios por adelantado antes de aceptar la tarea. (Una serie de pagos a varios grupos que trabajaron sin éxito para destituir al gobernador Brian Kemp (R-Ga.) superó los $3 millones).
Los gastos legales incurridos por Save America se dispararon este verano, a medida que se intensificaron las múltiples investigaciones sobre la conducta de Trump, desde la capital, donde legisladores y fiscales investigan posibles irregularidades, hasta Nueva York y Georgia, donde las autoridades investigan al expresidente, sus socios políticos y miembros de su familia.
El dinero que el PAC de liderazgo repartió entre los abogados casi se triplicó entre mayo y junio cuando las autoridades enviaron citaciones a una amplia variedad de personas involucradas en los esfuerzos para revertir la derrota de Trump en noviembre de 2020. Esa suma casi se duplica en julio con respecto a junio, aproximándose a $1 millón.
Y en agosto, Save America gastó más de $3,8 millones en honorarios de asesoría jurídica, según un documento presentado ante la Comisión Federal de Elecciones. El comité gastó $42 millones en total en lo que va del ciclo y gran parte de esa cantidad se destinó a la nómina, la organización de eventos y la recaudación de fondos, y tenía más de $92 millones de reserva al final del verano.
En respuesta a las preguntas sobre el uso del dinero de los donantes para cubrir las facturas legales del expresidente, el portavoz de Trump, Taylor Budowich, acusó a los Demócratas de "usar el dinero de los contribuyentes como arma para realizar investigaciones falsas y casos sin mérito en un intento de intimidar y silenciar a los Republicanos."
Los Republicanos a nivel estatal también usaron los recursos del partido para costear los gastos legales relacionados con los intentos de Trump de mantenerse en el poder. El GOP de Georgia pagó más de $20.000 este verano al bufete que representa a los funcionarios del partido, incluido el presidente, David Shafer, ante el panel de la Cámara que investiga los disturbios del 6 de enero. Otros $25.000 se destinaron al bufete que representa a Shafer y a otros miembros de una lista de electores suplentes que respaldan a Trump a pesar de su derrota en el estado. Shafer no quiso hacer comentarios.
En Arizona, el GOP del estado pagó más de $127.000 a un par de bufetes de abogados que representan a la presidenta del partido, Kelli Ward, en un juicio que busca impedir que el comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes obtenga sus registros telefónicos, y en el litigio del partido contra el condado de Maricopa sobre la contratación de trabajadores electorales, según los informes estatales y federales. No se sabe con certeza el monto de los gastos relacionados con esas dos batallas legales; una portavoz del partido estatal no respondió a las solicitudes de comentarios.
El desembolso de dinero se realiza en momentos en los cuales algunos candidatos Republicanos se enfrentan a un déficit de recaudación de fondos en las últimas semanas antes de las elecciones, especialmente contrincantes que se enfrentan a los titulares Demócratas. El candidato Republicano al Senado por Georgia, Herschel Walker, entró en los últimos cuatro meses de la campaña de mitad de término con contribuciones por $6,8 millones, frente a los $22,2 millones que tiene de reserva el senador Raphael G. Warnock (D-GA). El candidato Republicano en Arizona, Blake Masters, tenía $1,6 millones en ese mismo momento, comparado con los $24,8 millones del senador Mark Kelly (D-AZ).
Funcionarios Republicanos y recaudadores de fondos, la mayoría de los cuales hablaron bajo la condición de anonimato para abordar la dinámica con franqueza, dijeron que Trump recaudó grandes sumas de dinero para el partido, ya sea directamente o mediante el uso de su nombre o imagen en las solicitudes de campaña. Los asesores de otros comités, incluido el RNC, dicen que con sus propuestas obtienen menores sumas de dinero cuando invocan a Trump, lo que a menudo le molesta. Su equipo político solicitó a los comités que envíen a su equipo todos los anuncios en los cuales aparezca para su aprobación.
Pero estas personas también dijeron que sus incesantes peticiones por correo electrónico y mensajes de texto agotaron a los pequeños donantes que, de otro modo, podrían enviar más de sus ingresos disponibles a carreras electorales competitivas. A esos donantes se les dice que "contribuyen a la lucha contra los Demócratas", pero en cambio están "ayudando a Trump a librarse de sus problemas legales", dijo un recaudador de fondos del GOP. Algunos de los pequeños donantes de Trump se pusieron en contacto con la oficina del expresidente para decir que les gustaría dar más pero que no pueden darse el lujo de hacerlo después de recibir tantas peticiones.
Trump se enteró de la molestia por las peticiones, y en ocasiones sugirió que su equipo debería moderarlas. Y algunos de sus asesores creen que la lista se ha sobreutilizado con demasiados discursos engañosos.
Pero sus asesores le dicen que si frena las peticiones, el dinero se frenará, por lo que ha aprobado más. Su recaudación de donaciones pequeñas disminuyó un poco en los últimos meses, dicen los asesores de Trump, pero se recuperó después de que los agentes del FBI registraron su club Mar-a-Lago en busca de documentos clasificados.
Un nuevo super PAC respaldado por Trump que promete aumentar el compromiso financiero del expresidente en las elecciones intermedias puede calmar algunas preocupaciones dentro del partido sobre su uso del dinero de los donantes. Su precursor, Make America Great Again, Again!, fue esencialmente disuelto, en parte debido a la frustración de Trump por el dinero que algunos de sus asesores estaban ganando con ello. El nuevo super PAC, llamado simplemente Make America Great Again Inc., invirtió alrededor de $5 millones en publicidad en cinco estados a finales de la semana pasada, según la empresa de seguimiento AdImpact.
El PAC de liderazgo de Trump ha evitado dichos compromisos. Entre los gastos de Save America por un total de $500.000 o más, solo siete se destinaron a grupos dedicados principalmente a gastar en las campañas de este ciclo. Mientras tanto, 10 de estos pagos se destinaron a una amplia gama de otros destinatarios, incluidos bufetes de abogados y proveedores que organizan los eventos de Trump en todo el país. La Smithsonian Institution recibió $650.000 para financiar los retratos de Trump y de la exprimera dama Melania Trump para la Galería Nacional de Retratos.
Estos pagos se permiten porque Save America es un PAC de liderazgo con pocas restricciones en el uso de los fondos. Estos comités, además de impulsar a candidatos afines, se pueden usar para pagar a asesores, cubrir gastos de viaje y sufragar facturas legales, entre otros gastos.
Trump se muestra, en lo personal, poco dispuesto a gastar dinero en muchos casos para otros políticos; cree que tener una gran reserva financiera demuestra fortaleza política, dicen sus asesores. Algunos asesores pidieron un gasto mayor porque piensan que compraría más voluntades en el partido.
Algunos de los gastos del comité beneficiaron a los negocios de Trump, o a personas cercanas a la exprimera familia. Save America destinó alrededor de $245.000 a las propiedades de Trump para alojamiento y comidas, así como al alquiler de instalaciones, desde que dejó el cargo, según una revisión de los informes del PAC. El diseñador de moda francoestadounidense, Hervé Pierre, que trabajó como el estilista de Melania Trump cuando estaba en la Casa Blanca, recibió $78.000 del PAC en cinco plazos desde abril. Los pagos fueron registrados como "consultoría estratégica".

Pierre no respondió a un mensaje en LinkedIn en busca de comentarios. Sin embargo, declaró a Women's Wear Daily que su trabajo para la exprimera dama consistía en el diseño de interiores, no en materia de moda. "Es un gran honor para mí y es muy creativo dar mi punto de vista sobre algunos de estos proyectos", dijo.
Los fondos de Save America también ayudaron a respaldar a las organizaciones sin fines de lucro que emplean al expersonal de la Casa Blanca, incluido $1 millón para el Conservative Partnership Institute, el nuevo empleador de Meadows, y $1 millón para el America First Policy Institute, cuya presidenta de la junta es Linda McMahon, exdirectora de la Administración de Pequeñas Empresas de Trump.
El Comité Nacional Republicano también repartió cientos de miles de dólares para cubrir los gastos legales personales de Trump. El partido explicó el inusual acuerdo, revelado por primera vez por el Washington Post el pasado otoño, al atacar las investigaciones como motivadas políticamente.
En los últimos 10 meses, el RNC pagó alrededor de $633.000 al bufete de Ronald Fischetti, un veterano abogado defensor que representó a Trump en las investigaciones de la fiscalía de Manhattan y de la oficina de la fiscal general de Nueva York. Si bien la investigación penal de la fiscalía del distrito pareció concluir a principios de este año, la investigación civil de la fiscal general de Nueva York, la Demócrata Letitia James, se intensificó el mes pasado cuando presentó una demanda en la que acusa a Trump, a tres de sus hijos mayores y a ejecutivos de su empresa de un extenso fraude empresarial.
Los funcionarios del partido dijeron que los pagos terminarán si Trump anuncia una candidatura para la nominación de 2024, una contienda en la cual se espera que el RNC se mantenga neutral. El comité ejecutivo del partido aprobó pagos de hasta $1,6 millones, pero podría decidir aumentar esa cantidad.
Los ingresos del RNC en este ciclo, aproximadamente $276 millones a finales de agosto, eclipsaron los del Comité Nacional Demócrata, que se situaban en alrededor de $244 millones en el mismo momento, sin contar el dinero recaudado en una cuenta conjunta con los partidos del estado Demócratas. Pero el GOP también gastó más y terminó el verano con contribuciones por $24 millones, frente a los $56 millones del DNC.
La portavoz del RNC, Emma Vaughn, dijo que el gasto a principios del ciclo dio una ventaja a los Republicanos. “A principios del ciclo, el RNC invirtió en nuestros esfuerzos para que que participen las minorías, en el trabajo de campo masivo basado en datos y en la estrategia digital para impulsar la participación de los Republicanos en todas las elecciones”, dijo en un comunicado.

Además del asesoramiento a Trump, los gastos legales más amplios del RNC fueron extensos, en su mayoría provenientes de una cuenta especial que no se puede usar para otros fines. Los pagos, que ascienden a más de $20 millones, abarcan desde el asesoramiento ordinario para el cumplimiento de las normas hasta esfuerzos de gran alcance para forzar cambios en la forma en la cual los funcionarios locales celebran elecciones. El miembro de la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa, Thomas Galvin, respondió a las recientes demandas del GOP de Arizona y del partido nacional que acusan al condado de favorecer a los trabajadores electorales Demócratas, al insinuar que los líderes del partido estaban "desperdiciando el dinero de los donantes del GOP".
Vaughn defendió la medida, diciendo: "gastar dinero para asegurar que los estados siguen las leyes escritas para administrar las elecciones, incluidas las políticas de sentido común como la vigilancia bipartidista y el trabajo electoral, es una inversión importante que apasiona a nuestros donantes y partidarios". También dijo que el litigio fue necesario por la negativa del condado a publicar los registros relevantes, que según los funcionarios estaban en proceso de hacerlo.
Ron Kaufman, tesorero del RNC y antiguo miembro del comité de Massachusetts, también defendió el uso de los recursos del partido en las luchas legales relacionadas con la votación y la administración electoral.
"Si nuestros partidos estatales o los líderes electos acuden a nosotros y dicen: 'Hay un problema con la integridad electoral, vamos a solucionarlo', estoy seguro de que es un gasto importante", dijo Kaufman, señalando también que esos esfuerzos se financian mediante una cuenta legal de uso restringido.
El partido no escatima en otros esfuerzos, añadió Kaufman, al señalar el éxito del GOP en el registro de nuevos votantes. "Hemos sido bendecidos con la buena gestión de nuestros fondos", dijo.
Washington Post - Isaac Stanley-Becker y Josh Dawsey
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