El presidente de EEUU hace campaña mientras las encuestas sugieren que su partido se encamina a sufrir pérdidas aplastantes.
El presidente de EEUU Joe Biden estuvo el martes de campaña en Florida. Este es el último intento de los Demócratas por ganarse a los votantes a pocos días de las elecciones de mitad de mandato, ya que las encuestas sugieren que el partido del presidente va camino de sufrir pérdidas aplastantes.
Tradicionalmente, las elecciones intermedias han favorecido al partido que no ocupa la Casa Blanca. Sin embargo, los Demócratas han mantenido la esperanza durante el verano de que la indignación de los votantes por la decisión de la Corte Suprema de anular el caso Roe vs Wade, junto con una lista de candidatos Republicanos al Senado relativamente débiles, aumentaría sus posibilidades en las urnas.
Sin embargo, las últimas encuestas sugieren que, debido a que los votantes están enfocados en la inflación y la inminente recesión, los Republicanos van camino a recuperar la Cámara de Representantes, mientras que el control del Senado se reducirá a un puñado de contiendas muy disputadas. En la actualidad, los Demócratas dominan las dos cámaras del Congreso por escaso margen.
"El impulso y el ímpetu del verano en cierto modo llegaron a su punto máximo, y no siguieron creciendo. Simplemente se estancaron", indicó la semana pasada a la prensa Amy Walter, redactora jefe del boletín no partidista Cook Political Report. "Eso deja a los Demócratas en un lugar bastante vulnerable de cara al día de las elecciones".
Biden, quien se ha mantenido al margen de la campaña en medio de índices de aprobación persistentemente bajos, está visitando un puñado de estados antes de las elecciones del 8 de noviembre, en un esfuerzo por impulsar el discurso final que tienen los Demócratas para los votantes.
El martes viajó a Fort Lauderdale (Florida) para pronunciar un discurso dirigido principalmente a los votantes de la tercera edad, antes de hacer campaña junto a Charlie Crist, candidato Demócrata a gobernador del estado, y Val Demings, aspirante Demócrata al Senado.
Los últimos sondeos de opinión muestran a los dos Demócratas muy por detrás de sus oponentes Republicanos en Florida, estado antes considerado pendular pero que en los últimos años ha apoyado cada vez más a los Republicanos. Crist está por detrás del titular Republicano Ron DeSantis por 12,3 puntos, según el promedio de RealClearPolitics, mientras que Demings se sitúa en las encuestas 8 puntos por debajo de su oponente Republicano, el titular Marco Rubio.
Pero Biden aprovechó sus presentaciones en Florida para insistir en el último argumento que tienen los Demócratas con respecto a la economía: que están trabajando para reducir los costos de los medicamentos de venta con receta para las personas mayores, mientras que los Republicanos, si llegan al poder, recortarían las prestaciones de la seguridad social y de Medicare para los estadounidenses mayores.
A finales de la semana, Biden ha estado visitando Nuevo México, donde la gobernadora Demócrata Michelle Lujan Grisham busca la reelección. En ese estado, Biden está intentando atraer a los votantes más jóvenes haciendo hincapié en el esfuerzo que la Casa Blanca está haciendo por cancelar $10.000 de la deuda estudiantil de millones de estadounidenses.
Los analistas no partidistas coinciden en que los votantes de los estados clave de Pensilvania, Georgia y Nevada probablemente definirán cual partido político controlará el Senado, la cámara alta del Congreso que durante los dos últimos años ha estado dividida 50-50, entre Demócratas y Republicanos.
Biden viajará a Pensilvania el fin de semana para hacer campaña junto al expresidente Barack Obama, en un intento de última hora por reforzar la campaña de John Fetterman, el candidato Demócrata al Senado de ese estado.
A principios de este año, los Demócratas apostaban a que Fetterman derrotaría al Republicano Mehmet Oz en Pensilvania, y los sondeos de opinión durante el verano daban a Fetterman una ventaja de dos dígitos. Pero su campaña se vio afectada después de sufrir un derrame cerebral, y los números de Oz en las encuestas han mejorado constantemente gracias a un mensaje de campaña muy centrado en la delincuencia, la ley y el orden.
La campaña de Fetterman sufrió otro golpe la semana pasada después de que tuvo problemas para hablar con claridad durante un debate en horario de máxima audiencia y, en ocasiones, parecía que tenía dificultades para responder a las preguntas.
Sin embargo, los Demócratas de Pensilvania insisten en que su candidato aún podría ganar, en parte impulsado por Josh Shapiro, el candidato a gobernador del partido, quien se sitúa cómodamente por delante del Republicano Doug Mastriano en las encuestas.
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