Alrededor de mil 350 millones de jóvenes alrededor del mundo están en situación de riesgo por escuchar música excesivamente alta. Foto: Pexels

El mal hábito de escuchar música de manera indebida está afectando los oídos de hasta 1,35 mil millones de adultos jóvenes en todo el mundo, según un estudio reciente.

Investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) descubrieron que entre 18% y 29% de las personas con edades entre 18 y 34 años escuchan regularmente música con auriculares personales o en lugares de ocio en los que el sonido está demasiado alto y durante periodos de tiempo prolongados, lo que pone en riesgo su salud auditiva.

Los jóvenes son los más afectados

Los investigadores revisaron los datos de 33 estudios realizados por expertos sobre la pérdida de la audición, en los que participaron más de 19 mil personas en las últimas décadas.

El estudio descubrió que los jóvenes escuchan regularmente música a niveles de ruido considerados inseguros y concluyó que la necesidad de promover prácticas de escucha más seguras es urgente.

Utilizando los datos de población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calcularon que el número total de jóvenes de todo el mundo en situación de riesgo oscilaba entre 665 millones y mil 350 millones.

La exploración también respalda la investigación hecha entre 2011 y 2012 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que descubrió que la pérdida de audición por exposición a ruidos fuertes afectaba a entre 10 y 40 millones de adultos estadounidenses menores de 70 años, y la describió como un "problema de salud significativo y a menudo no reconocido."

La perdida auditiva

La guía de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) sugiere que "la exposición prolongada o repetida a sonidos de 85 (decibelios) o más puede causar pérdida de audición".

Según la guía, mientras más alto sea el sonido, menos tardará en pasar la pérdida auditiva.

Los ruidos fuertes suponen una amenaza para la salud del oído por el daño que causan a las células ciliadas externas de la cóclea, explicó Sam Couth, investigador de la salud del oído en la Universidad de Manchester.

"Estas células se encargan de amplificar los sonidos, nos ayudan a oír mejor las cosas. Si están dañadas por un ruido fuerte, no van a amplificar los sonidos cotidianos, y no vamos a poder oír tan bien", expresó Couth.

¿Cómo prevenir el daño?

Los sonidos de 70 decibelios o menos, que se encuentran en el rango de una conversación normal, se consideran generalmente seguros y es poco probable que causen pérdida de audición, según los NIH.

Los usuarios de auriculares de todo el mundo suelen escuchar música a 105 decibelios y los niveles de ruido en los locales de ocio oscilan, de media, entre 104 y 112 decibelios.

Otros factores como la duración y la frecuencia del sonido también son importantes para determinar hasta qué punto se puede dañar la audición.

Para prevenir el daño, si estás en un concierto o un local ruidoso, los expertos aconsejan situarse más lejos de la fuente de ruido y hacer descansos regulares.

Fuente principal de la noticia: The Washington Post.

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