Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta y expresidenta de Argentina, fue sentenciada este martes a seis años de cárcel e inhabilitada políticamente de por vida tras ser declarada culpable en un caso de fraude de $1 mil millones relacionado con obras públicas.
Fernández, quien ocupó el cargo en la Casa Rosada desde 2007 hasta 2015, fue declarada culpable, aunque probablemente cumpla una pena de prisión pronto, ya que cuenta con inmunidad gracias a sus funciones en el gobierno y se espera a que inicie un largo proceso de apelación que puede durar años.
La sentencia pudo haber sido de 12 años, sin embargo, un panel de tres jueces rechazó un cargo de dirigir una organización criminal. Es la primera vez que un vicepresidente argentino es condenado por un delito en pleno ejercicio de sus funciones.
La reacción de Cristina Fernández
Luego de conocerse el veredicto, la expresidenta argentina se pronunció en una transmisión en vivo en la que comentó que estos cargos en su contra tenían motivos políticos: "Esto (las acciones del Poder Judicial) es un estado paralelo y una mafia".
Sobre Fernández pesaba una acusación de gestionar 51 contratos de obras públicas en la patagónica provincia de Santa Cruz, para ser adjudiados a una empresa del amigo y socio comercial de ella y de su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, Lázaro Báez, cuya empresa fue, a consideración de los fiscales, creada para malversar ingresos a través de proyectos licitados incorrectamente.
Fuente principal de la noticia: The Guardian
