El dueño de Twitter se está posicionando como miembro de la tribu "anti-woke".
Cuando uno es responsable de tres grandes empresas, padre de diez hijos (cuatro de ellos menores de tres años) y se considera crucial para "el futuro de la civilización", probablemente sea un poco selectivo a la hora de decidir qué actividades merecen su tiempo o a qué eventos merece la pena asistir. Pero usted, seguramente, no es Elon Musk.
Aún así, debió de ser una sorpresa desagradable para el hombre de mundo cuando fue recibido con fuertes y prolongados abucheos, en lugar de la adulación que parece que esperaba, cuando el cómico Dave Chappelle, en San Francisco.lo invitó a subir al escenario el domingo por la noche.
Es difícil no sentir vergüenza ajena, si no no auténtica lástima, al ver el vídeo completo del episodio. Se ve a Musk levantando las manos mientras es presentado y saludando al público, antes de darse cuenta poco a poco de que una parte importante de éste lo está abucheando. Tras unos minutos incómodos en los que parece no saber qué decir o hacer, pregunta, bastante patéticamente: "Dave, ¿qué debo decir?"
La reacción del público debió de resultar especialmente incómoda, ya que se produjo pocas horas después de que Musk recibiera una entusiasta respuesta en Twitter, plataforma de la cual ahora es dueño y director, a la frase: "Mis pronombres son Enjuiciar/Fauci", en referencia a Anthony Fauci, principal asesor médico de Estados Unidos. El tuit había recibido más de 1,2 millones "me gusta". Después de que empezara a hacerse viral, Musk añadió con orgullo un comentario: "La verdad resuena".
"Lo mismo ocurre con una multitud llena de abucheos", respondió un usuario a la mañana siguiente, a lo que Musk replicó, de forma un tanto desagradable: "Técnicamente, fue un 90% de aplausos y un 10% de abucheos (excepto durante los periodos de silencio), pero, aun así, son muchos abucheos, lo cual es una primicia para mí en la vida real (frecuente en Twitter). Es casi como si hubiera ofendido a los izquierdistas desquiciados de San Francisco".
Musk ha borrado este último tuit. Además de la vergüenza ajena, al final podría haber pensado que describir al tipo de gente que paga por ir a ver a Dave Chappelle (un hombre cuyo último especial de Netflix fue tan polémico que provocó protestas y abandonos masivos en la plataforma), como "izquierdistas desquiciados" quizás estaba un poco fuera de lugar. Obviamente, había pensado que estaría en terreno seguro.
Entonces, ¿por qué abucheaba el público? Me parece que las payasadas online de Musk están empezando a volverse en su contra. Comparto su desdén por la señalización de virtudes huecas, pero Musk, al tuitear repetidas veces sobre el "virus de la mente woke" y hacer bromas sobre los pronombres de género, Fauci y "poseer a los liberales", está de hecho dando un montón de señales propias.
Ya he escrito antes en defensa de los críticos: incluso cuando se equivocan, quienes desafían el estatus quo amplían el alcance del discurso y obligan a los demás a cuestionar sus propias suposiciones. Pero lo que se exhibe con Musk no es el tipo de contracorriente valiente y reflexiva que, en última instancia, nos acerca a la verdad. En lugar de eso, simplemente se está posicionando como miembro de la tribu "anti woke", que sufre de la misma adhesión aborregada e irreflexiva a diversos consensos mientras que la razón de ser de la tribu es oponerse.
También comparto la creencia de Musk de que la libertad de expresión es vital para el buen funcionamiento de la democracia. Pero ha guardado un notable silencio cuando se trata de hablar en contra de China, por ejemplo, sobre la perjudicial política de "Covid cero". También me parece que alguien que tiene más de 120 millones de seguidores en Twitter debería tomarse más en serio su responsabilidad sobre lo que comparte en la plataforma.
A pesar de haber prometido convertir Twitter en "la fuente de información más precisa de la Tierra", Musk parece más que contento de tuitear afirmaciones sin fundamento sobre toda una serie de temas sobre los que no es experto. "Fauci ... financió investigaciones de ganancia de función que mataron a millones de personas", tuiteó Musk a última hora del domingo.
También comprendo de dónde proviene el punto de vista de Musk. Lo que antes se consideraba una "teoría de la conspiración", la idea de que el Covid-19 se escapó de un laboratorio y puede haber sido el resultado de una arriesgada investigación de ganancia de función, ahora podría contener algunos elementos creíbles. Pero los orígenes del Covid aún no se han establecido, y afirmar que lo han hecho es imprudente e irresponsable. También lo fue afirmar con total seguridad, en marzo de 2020, que era probable que los nuevos casos de Covid en EEUU llegarían a ser "cercanos a cero" al mes siguiente, un tuit que Musk no parece haber considerado lo suficientemente vergonzoso como para borrarlo.
Mientras Musk ha estado tan ocupado denunciando las incoherencias, el pensamiento de grupo y la falta de rigor de la señalización de virtudes que hace la izquierda, parece que no ha percibido todo eso en él mismo. La reacción del público de Chappelle sugiere que esta estrategia de más señales y menos matices no está funcionando muy bien.
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