Sufrir pérdidas no debería llevar a los jóvenes a perder la fe en el mercado financiero.
Quemados por las grandes tecnológicas, decepcionados por las acciones memes y temblando en las profundidades del invierno cripto, muchos nuevos inversionistas, en particular los jóvenes, se encuentran lidiando con pérdidas considerables. Perder dinero no debería significar perder la fe en el mercado. Debería significar recurrir a estrategias de inversión más estables y probadas, aunque menos llamativas y rápidas.
Se podría perdonar a cualquiera que haya invertido durante la crisis de la pandemia por pensar que invertir era fácil. Desde entonces, el aumento de la inflación y las tasas de interés arruinaron la fiesta. Los reguladores no intervinieron mientras los operadores se abalanzaban sobre las criptomonedas no reguladas, y tardaron en lamentar el incremento en la volatilidad en la industria financiera. Los organismos de control británicos advirtieron a las aplicaciones de trading que evitaran el uso de puntos y mensajes de celebración que incitan a los inversionistas a hacer apuestas arriesgadas.
Toda esta especulación a corto plazo tiene más en común con el juego que con la inversión. Intentar hacerse rico rápidamente rara vez da buenos resultados. Pero los bajos niveles de educación financiera, la escasez de capacitación en inversiones y la creciente "brecha del asesoramiento" dificultan la búsqueda de una alternativa.
La tecnología financiera puede ayudar a la gente a tomar mejores decisiones de inversión en el futuro. Pero eso llevará tiempo. Por lo tanto, es un buen momento para defender la idea de "hacerse rico lentamente": los inversionistas experimentados deberían conversar con familiares, amigos y colegas de menor experiencia sobre su trayectoria financiera. Quizás se hayan apresurado en invertir, pero al menos superaron el mayor obstáculo: comenzar. Si se arrepienten de haber perdido dinero, asegúreles que todos los inversionistas cometen errores.
El truco está en aprender de esos errores. La exposición a las acciones individuales probablemente ya les enseñó a los nuevos inversionistas lecciones dolorosas sobre la necesidad de diversificarse, de tener un fondo de emergencia adecuado en efectivo y de fijar un nivel cómodo de riesgo.
Pero para pasar de buscar ganancias a corto plazo a crear riqueza a largo plazo se necesita un enfoque múltiple. Pocas personas en TikTok aprecian las virtudes de aprovechar al máximo el "dinero gratis" proveniente de la pensión corporativa o de las contribuciones al plan 401k. Las aplicaciones de trading son buenas, pero lo más importante son las enormes ventajas fiscales que tiene invertir usando cuentas ISA de acciones y participaciones en el Reino Unido, o Cuentas Individuales de Jubilación (IRA) en Estados Unidos.
En cuanto a qué monto invertir en ellas, las acciones individuales tienen su lugar, pero tiene sentido limitarlas en las carteras. Evite los consejos bursátiles en línea e invierta tiempo en aprender los fundamentos de la valoración, el poder del interés compuesto y la reinversión de los dividendos.
Los fondos pueden ofrecer un enfoque más equilibrado. Automatizar una inversión mensual regular en un fondo indexado de renta variable global puede sonar aburrido, pero lo aburrido puede ser bueno. Hacer aportes periódicos a las inversiones es mejor que intentar medirle el tiempo del mercado. Adoptar un enfoque de compra y retención a largo plazo utilizando fondos baratos que replican índices podría significar un ahorro enorme en comisiones, que actúan como un impuesto al crecimiento de la inversión. Además, cada vez hay más estudios que demuestran que la mayoría de los fondos de gestión activa obtienen peores resultados que sus equivalentes pasivos.
Y ahora, veamos la realidad. Si 2022 fue un año difícil para los inversionistas, hay muchas posibilidades de que 2023 sea aún peor. Eso no debería desatar el pánico. Las probabilidades financieras están en contra de los jóvenes en muchos sentidos, pero como inversionistas, la mayor ventaja que tienen es el tiempo. Si los mercados caen, estarán comprando acciones a precios más bajos, y sus rendimientos a largo plazo serán mayores décadas después.
Conviene recordarlo cuando surja la tentación de vender o abandonar por completo la inversión; lo que significaría perderse el repunte cuando sea que se produzca. El nuevo año puede ser el momento de conocer una nueva forma de invertir. Tenga fe en que las recompensas a largo plazo valdrán la pena.
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