El Departamento de Justicia acusó a empleados y propietarios de tres escuelas de enfermería de Florida de vender 7 mil 600 diplomas y documentos a quienes buscan licencias y trabajos en este ramo de la salud.
Las instituciones involucradas son la Escuela de Enfermería de Palm Beach, Siena College y el Instituto Internacional del Sagrado Corazón, indicó Business Insider.
Aunque las credenciales falsas no les habrían otorgado al comprador una licencia de enfermería, si los califican para rendir el examen de la junta nacional de enfermería que se debe aprobar para obtener esta licencia.
Los diplomas y transcripciones falsas, que cuestan hasta $15 mil cada uno, ayudaron a los candidatos a saltarse "cientos, sino miles, de horas de capacitación clínica", dijo a ABC News Markenzy Lapointe, fiscal federal para el Distrito Sur de Florida.
¿Cómo funcionaba el esquema fraudulento?
En un comunicado, el Departamento de Justicia explicó que los "reclutadores" se acercaban a los potenciales compradores para luego conspirar con empleados, gerentes o propietarios de las escuelas para crear y distribuir los documentos falsos. El esquema se dio durante varios años.
- Los diplomas indican que el comprador asistió al programa de enfermería de la escuela respectiva, cuando en realidad nunca tomó clases allí, dijeron los fiscales.
- Un total de 25 personas están siendo acusadas de fraude electrónico y conspiración de fraude electrónico por participar en el esquema, y cada acusado podría enfrentar hasta 20 años de prisión.
- Las tres escuelas han sido cerradas. Siena College of Health y Sacred Heart International Institute están en el condado de Broward. La escuela de enfermería de Palm Beach se encuentra en el condado del mismo nombre.
"Lo preocupante de esta investigación es que hay más de 7 mil 600 personas en todo el país con credenciales de enfermería fraudulentas que potencialmente están en funciones críticas de atención médica tratando pacientes", resaltó Chad Yarbrough, agente especial interino del FBI en Miami.
Los funcionarios dijeron que "no se habían enterado ni descubierto ninguna evidencia de daño al paciente derivado de que estas personas pudieran brindar servicios", pero esa es precisamente la principal preocupación.
"Esperamos que nuestros profesionales de la salud sean quienes dicen ser. Específicamente, cuando hablamos de la educación y las credenciales de una enfermera, el atajo no es una palabra que queramos usar", dijo la Fiscal Federal para el Distrito Sur de Florida.
