De acuerdo a medios internacionales en los últimos meses, cientos de niñas en distintas partes de Irán se han visto afectadas. Esto al oler lo que parecen ser gases tóxicos que emanan por las ventanas de sus aulas de clases y algunas incluso han tenido que ser llevadas a hospitales.
Según los reportes inicialmente, las autoridades iraníes restaron importancia a los incidentes, pero ahora los califican de ataques intencionales contra unas 30 escuelas identificadas.
Las especulaciones se centran en que alguien está tratando de obligar al cierre de las escuelas para niñas en este país de 80 millones de habitantes. Los supuestos ataques surgen en un momento delicado para Irán debido a las protestas. Esto por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, quien fue arrestada por la policía moral iraní.
Hasta hora las autoridades no han nombrado sospechosos, pero los supuestos ataques han suscitado temores de que las niñas iraníes podrían ser envenenadas por el solo hecho de querer educarse.
Los primeros casos surgieron aparentemente a finales de noviembre del 2022 en Qom, a unos 125 kilómetros al sudoeste de Teherán, la capital iraní. Allí, en el centro para teólogos y peregrinos chiís, alumnas del Conservatorio Noor Yazdanshahr se enfermaron, y luego hubo otro caso similar en diciembre.
Siguieron otros casos en que niñas se quejaron de dolores de cabeza, taquicardia, letargo o incapacidad motriz. Algunas reportaron olor a toronjas, cloro o detergentes. Al principio, las autoridades no vincularon los casos.
Irán actualmente está en invierno y es por ello que las temperaturas suelen caer al nivel de congelamiento durante la noche. Muchas escuelas reciben calefacción por gas natural, lo que suscitó conjeturas de se trató de filtraciones de monóxido de carbono.