De acuerdo a medios internacionales miles de niños migrantes que llegan a la frontera sur de México acompañando a sus padres. Esto enmarcado en la migración por problemas como desnutrición y falta de acceso a alimentos y medicamentos.
Venezuela, Colombia y Honduras son los países de los que más se desprenden migrantes que buscan pasar por México hacia los Estados Unidos. Muchos huyen no solo de las crisis económicas, sino de los problemas de violencia y la inseguridad en esos países.
Ante esta situación, organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en alianza con Adra y el Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales (Cadena) brindan atención médica a migrantes que están en los albergues.
Según el reporte las cifras presentadas por la misma Unicef, indican que tan solo en lo que va de 2023 han atendido a unos cuatro mil niños migrantes en Chiapas. Isabel Velasco Luna, jefa de la Unicef en Chiapas, indicó que desde el año pasado han brindado 17 mil 500 atenciones a niños con desnutrición. Detalló que, en la frontera sur, de unos 20 niños que llegan, dos vienen con algún grado de desnutrición.
En ese límite fronterizo algunos de los retos que enfrentan el personal de la Unicef son el idioma, un esquema incompleto de vacunas. Así como la presencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Es por ello que estas organizaciones les ha brindado a los migrantes un kit de limpieza, despensa, medicamentos y atención médica.
En Tapachula se tiene un especial interés por la niñez en movilidad, por las condiciones en que llegan y desafortunadamente esto es constante. A pesar de que las autoridades brindan todos los servicios y están a su máxima capacidad. “Creemos que están rebasados y por eso es que nosotros trabajamos de la mano del Gobierno para fortalecer lo que ellos dan”, agregó Velasco Luna.