Este martes, 25 de abril, falleció en Manhattan el artista y activista Harry Belafonte, recordado por su característico grito a capella de “¡Day-O!” de “The Banana Boat Song”.
El cantante y actor llegó a tener fama mundial no sólo por su talento, sino también por usar su fortuna a fin de ayudar a financiar el movimiento de derechos civiles en el país y causas de derechos humanos en todo el mundo.
Tenía 96 años y la causa de muerte fue una insuficiencia cardíaca congestiva, informó su portavoz Ken Sunshine.
¿Quién fue Harry Belafonte?

Harry Belafonte nació de inmigrantes jamaiquinos y creció en la pobreza en la era de la Gran Depresión. Pero eso no le impidió romper barreras y llegó a ser una estrella del cine, la televisión y el teatro, reseñó The Washington Post.
En vida fue un hombre de confianza del reverendo Martin Luther King Jr.
Belafonte pasó años como enlace entre el movimiento de derechos civiles y las capitales del entretenimiento de Hollywood y la ciudad de Nueva York.
También usó su influencia para promover la lucha contra el apartheid en Sudáfrica y el alivio de la hambruna a través de esfuerzos como la grabación y los conciertos “We Are the World” en 1985.
Criticó a la Casa Blanca de George W. Bush por la invasión de Irak en 2003 y causó furor cuando comparó a Colin Powell, también de ascendencia jamaicana y entonces Secretario de Estado, con un “esclavo doméstico”.
Las críticas contra la Casa Blanca
Durante su vida criticó a los presidente George W. Bush y Barack Obama. Al primero debido a la invasión en Irak y el segundo porque en su opinión carecía “de una empatía fundamental con los desposeídos, sean blancos o negros”. Alimentando a sus detractores, Belafonte se asoció con líderes opresivos de izquierdas como Fidel Castro, de Cuba, y Hugo Chávez, de Venezuela.
La vida pública
Viril y nervudo, de sonrisa pícara y voz ronca, Belafonte saltó a la fama en la década de 1950 con una sensualidad audaz que desafiaba los tabúes sexuales en una época de segregación racial. En los conciertos y en la televisión, se presentaba al público como un encantador de serpientes, con camisas desabrochadas que se ceñían a los contornos de su físico.
Fue el primer negro en ganar un premio Tony en Broadway, por su interpretación de la música folclórica estadounidense y caribeña en la revista de 1953 “John Murray Anderson’s Almanac”. Seis años más tarde, fue el primer productor afroamericano en recibir un premio Emmy por “Tonight With Belafonte”, un especial de la CBS que presentaba la historia de la vida de los afroamericanos a través de la música.
Impulsor de “We Are the World”, Belafonte cedió el protagonismo musical a artistas como Michael Jackson y Lionel Richie y se relegó a sí mismo al coro de estrellas. El proyecto recaudó decenas de millones de dólares para suministros médicos y alimentarios, y el Sr. Belafonte participó en la ardua misión de entregar esos artículos a los trabajadores de socorro en Sudán y Etiopía.
Su primer matrimonio, con Marguerite Byrd, terminó en divorcio en 1957. Ese mismo año se casó con Julie Robinson, de ascendencia judía rusa y bailarina de la compañía de danza Katherine Dunham. Tras divorciarse en 2008, Belafonte se casó con Pamela Frank, una fotógrafa que había participado en sus proyectos activistas.
Además de su esposa, le sobreviven dos hijas de su primer matrimonio, la actriz y modelo Shari Belafonte y Adrienne Biesemeyer; dos hijos de su segundo matrimonio, la actriz Gina Belafonte y David Belafonte; dos hijastros, Sarah Frank y Lindsey Frank; y ocho nietos.