El personal médico de la Patrulla Fronteriza se negó a revisar el expediente de una niña de 8 años, que tenía una enfermedad cardíaca crónica y un trastorno sanguíneo, y que murió en custodia de las autoridades migratorias tras tener un ataque.
El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. declaró que los padres de la niña compartieron el historial médico con las autoridades el 10 de mayo, un día después de que la familia fuera puesta bajo custodia.
Pero una enfermera se negó a revisar los documentos sobre la niña el día que murió, dijo la Oficina de Responsabilidad Profesional de CBP en su declaración inicial el jueves sobre la muerte del 17 de mayo. La enfermera informó de que había denegado tres o cuatro peticiones de ambulancia de la madre de la niña.
Anadith Tanay Reyes Álvarez, de padres hondureños, nació en Panamá con una cardiopatía congénita. Hace tres años fue sometida a una intervención quirúrgica que su madre, Mabel Álvarez Benedicks, calificó de exitosa durante una entrevista el 19 de mayo con The Associated Press.
Un día antes de morir, Anadith presentaba una fiebre de 40,5 grados centígrados, según el informe del CBP.
Los investigadores no dieron explicaciones sobre las decisiones que tomó el personal médico y parecían no tener palabras.
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"A pesar del estado de la niña, de las preocupaciones de su madre y de la serie de tratamientos necesarios para controlar su estado, el personal médico contratado no la trasladó a un hospital para que recibiera una atención de mayor nivel", declaró la Oficina de Responsabilidad Profesional.
Troy Miller, comisionado interino de la CBP, dijo que la investigación inicial "proporciona nueva información importante sobre esta trágica muerte" y reafirmó las medidas recientes, incluida una revisión de todos los casos "médicamente frágiles" bajo custodia para garantizar que salgan de custodia lo antes posible. El tiempo medio de custodia se ha reducido a más de la mitad para las familias en dos semanas, dijo.
"(Esta muerte) fue una tragedia profundamente perturbadora e inaceptable. Podemos hacerlo mejor, y lo haremos, para garantizar que esto no vuelva a ocurrir", declaró Miller.
El informe se basó en entrevistas con agentes de la Patrulla Fronteriza y personal médico contratado para plantear una serie de preguntas nuevas y preocupantes sobre lo que salió mal durante los nueve días de custodia de la niña, que superaron con creces el límite de 72 horas establecido por la propia agencia.
La muerte de la niña de 8 años
Anadith entró en Brownsville (Texas) con sus padres y dos hermanos mayores el 9 de mayo, cuando el número de cruces ilegales diarios superaba los 10.000, debido a que los inmigrantes se apresuraban a adelantarse al fin de las restricciones relacionadas con la pandemia para solicitar asilo.
El 14 de mayo se le diagnosticó gripe en un centro de retención temporal de Donna, Texas, y fue trasladada con su familia a Harlingen.
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El personal tuvo unos nueve encuentros con Anadith y su madre durante los siguientes cuatro días en la estación de Harlingen hasta su muerte por preocupaciones que incluían fiebre alta, síntomas de gripe, náuseas y dificultades respiratorias. Se le administraron medicamentos, una compresa fría y una ducha fría, según la Oficina de Responsabilidad Profesional.
La madre de Anadith declaró a la AP que informó al personal de las afecciones de su hija, que incluían anemia falciforme, y pidió repetidamente asistencia médica y una ambulancia para llevar a su hija a un hospital, pero las peticiones le fueron denegadas hasta que su hija cayó inconsciente.
La familia está viviendo con unos parientes en Nueva York mientras se hacen los preparativos para el funeral.
