Kenzo es un niño de ocho años que vive en Cassis, cerca de Marsella. Le apasiona el fútbol y su equipo favorito es el Olympique de Marsella (OM). Pero tiene una enfermedad grave: un cáncer terminal que le está quitando la vista. Antes de quedarse ciego, soñaba con ver al OM en directo. Varias personas generosas le ayudaron a cumplir su sueño.
El Rotary Parata, una asociación que organiza actividades para niños enfermos, invitó a Kenzo a pasar una semana en Córcega a finales de abril. Allí conoció a Sandra Peraldi, la presidenta del Rotary. Ella se impresionó por su historia y su amor por el OM. Kenzo le pidió ayuda para ver el partido entre el Ajaccio y el OM, que se jugaba en Córcega el 3 de junio de 2023. Sandra hizo todo lo posible para conseguirlo.
Un regalo especial
Marie-Hélène Casanova-Servas, la presidenta de Air Corsica y pariente de Sandra Peraldi, le ofreció a Kenzo y a su familia un regalo especial: el acceso a su loge en el estadio François Coty. Desde allí podían ver el partido con comodidad y seguridad. Kenzo entró al estadio disfrazado con ropa del hijo de Sandra para evitar problemas con los aficionados locales. El ambiente era muy tenso por la rivalidad entre los dos equipos.
Un ataque brutal
Todo iba bien hasta que empezó el partido. Kenzo se puso su maillot del OM y su padre lo cogió en brazos para enseñarle la entrada de los jugadores al campo. Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado: una decena de ultras del Ajaccio entraron en la loge, empujaron al niño y a su padre, les quitaron el maillot del OM y lo quemaron. Además, golpearon al padre en la cara y escupieron en la comida que había en la loge.
Así lo cuentan la madre de Kenzo, Amandine, y Sandra Peraldi, que estaban presentes en la loge. Ellas denuncian un "acto inqualificable" y un "trauma" para el pequeño. Por su parte, Lisandru Leca, representante de los Orsi Ribelli, el grupo ultra del Ajaccio, da otra versión: dice que solo el padre llevaba el maillot del OM y que solo él fue golpeado por provocar a los hinchas desde la loge.
El club del Ajaccio confirmó la versión de la familia y calificó los hechos de "lamentables". Además, pidió disculpas a la familia y acompañó a Kenzo hasta los vestuarios para que pudiera conocer a los jugadores del OM y del Ajaccio. El niño salió del estadio con un maillot del Ajaccio que le regaló el club. Una pequeña consolación después de la pesadilla que vivió.