El papa Francisco pasó su primer día de recuperación de forma tranquila y está en "buen estado" tras someterse a una operación de hernia abdominal.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, compartió en un comunicado que el equipo médico que supervisa el cuidado postoperatorio del pontífice que "tuvo una noche tranquila, logrando descansar durante mucho tiempo; está en buenas condiciones, despierto y respira espontáneamente". Bruni añadió que "los controles rutinarios son buenos y a lo largo del día observará el necesario reposo postoperatorio".
Según el comunicado, informaron al Papa de los numerosos mensajes de apoyo y afecto recibidos en las últimas horas y expresa su gratitud, pidiendo que continúen las oraciones por su recuperación. Por el momento, el Vaticano canceló todas las audiencias y actos en los que participe el primado de Roma hasta el 18 de junio. Sin embargo, sus dos viajes previstos a Lisboa, a principios de agosto, para la Jornada Mundial de la Juventud, y a Mongolia, a finales del mismo mes, seguirán adelante según lo previsto.
Descrita como una operación "benigna" por el cirujano del Papa Francisco, Sergio Alfieri, la cirugía tenía como objetivo eliminar "adherencias" dolorosas en la pared abdominal, resultado de una cirugía de colon en abril de 2021. Se espera que el procedimiento de tres horas bajo anestesia general no deje efectos duraderos, y Alfieri subrayó que el Papa no sufre otras patologías.
Se prevé que Bergoglio pase varios días recuperándose en la décima planta del Policlínico Gemelli, conocido como el "hospital de los papas", en la misma habitación que ocupó en numerosas ocasiones el Papa Juan Pablo II. El Papa argentino ha afrontado continuos problemas de salud desde que sucedió en 2013 a Benedicto XVI, que renunció por motivos de salud y falleció en diciembre del año pasado a los 95 años.
El Papa Francisco ha mencionado en múltiples ocasiones que consideraría dimitir, como su predecesor, si su salud se deteriorara. Sin embargo, recientemente expresó que este no es el escenario actual. El Papa sufre dolores crónicos en la rodilla y la cadera, por lo que necesita utilizar una silla de ruedas o la ayuda de un bastón para desplazarse.