La energía limpia se está moviendo rápido, por cada dólar invertido en combustibles fósiles, alrededor de $1.7 ahora se destina a energía alternativa cuando hace cinco años esta proporción era de uno a uno, dijo el director ejecutivo de la International Energy Agency (IEA) en un reciente informe.
La IEA anunció que la inversión global en energía limpia está en camino de aumentar a $1.7 billones (trillones en inglés) en 2023, y la energía solar eclipsará la producción de petróleo por primera vez.
Se prevé que se inviertan en energía alrededor de $2.8 billones a nivel mundial y el monto
relacionado con tecnologías limpias incluye energía renovables, vehículos eléctricos, energía nuclear, redes, almacenamiento, combustibles de bajas emisiones, mejoras de eficiencia, entre otras. El resto, poco más de $1 billón se destinará al carbón, el gas y el petróleo, según el reporte.
¿A qué se debe este cambio? A varios factores, incluidos períodos de fuerte crecimiento económico y precios volátiles de los combustibles fósiles que generaron preocupaciones sobre la seguridad energética, especialmente después de la invasión de Rusia a Ucrania.
También el apoyo político a través de acciones importantes como la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU e iniciativas en Europa, Japón, China y otros lugares han desempeñado un papel, detalló la IEA.
La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 es una legislación que canaliza una suma sin precedentes de 369,000 millones de dólares hacia el impulso de energías limpias y la consolidación de la seguridad energética. Esta iniciativa representa el mayor compromiso financiero de la historia de EEUU en la lucha contra el cambio climático. El enfoque principal de esta ley radica en la utilización de créditos fiscales para fomentar la adopción de sistemas de energía solar y almacenamiento en baterías, así como recompensas adicionales para aquellos que opten por electrificar sus hogares y reducir así la dependencia de combustibles fósiles.
Otro de los aspectos destacados en el informe es que se espera que la inversión anual en energía limpia aumente 24% entre 2021 y 2023 impulsada por las energías renovables y los vehículos eléctricos frente a un alza de 15% en los desembolsos en combustibles fósiles en el mismo período.
Pero más del 90% de ese incremento provendrá de economías avanzadas y de China lo que presenta un grave riesgo de nuevas líneas divisorias en la energía global si las transiciones de energía limpia no se recuperan en otros lugares, advirtió la IEA.
Horacio Medina, experto petrolero, dijo a Huella Zero que está “totalmente de acuerdo” con que se se elabore una política a mediano y largo plazo para la transición energética y la posibilidad de tener energías alternativas a los combustibles fósiles.
“Obviamente las tecnologías que hoy conocemos como solar, eólica y de alguna manera algunas que han comenzado a desarrollarse que están asociadas a la posibilidad de que el hidrógeno sea el combustible del futuro, hay que apoyarlas, impulsarlas y eso al final del día va a ser el objetivo final”, expresó.
Sin embargo, mostró preocupación en cuanto a que se deje invertir en el petróleo y sobre todo en gas que considera que podría ser un combustible de transición importante.
“Y es preocupante porque en el corto plazo, a la vuelta de dos o tres años, y en el mediano plazo de 5 a 6 años, podría ocurrir que haya un suministro por debajo de lo que sería la demanda y eso encarecería el precio de los combustibles que tenemos disponibles hoy en día”, advirtió Medina.
En el informe de la IEA se calcula que el gasto en exploración y producción de petróleo y gas aumente un 7% en 2023, volviendo a los niveles de 2019.
En cuanto a las inversiones estimadas en proyectos de energía solar, Medina afirmó que no reemplazarán el suministro de combustibles fósiles a mediano ni a largo plazo y aunque está a favor de trabajar para que eso ocurra, subrayó que hasta que no sea una realidad una energía alternativa probada y masificada se seguirá dependiendo de esos combustibles.
“Entonces no creo que esto vaya a beneficiar a la gente en el corto plazo, no creo que haya muchas personas que puedan hoy en día puedan hacer inversiones para poner paneles solares en sus casas”, dijo Medina quien es presidente de la Junta Directiva Ad Hoc de PDVSA, Petróleos de Venezuela, S.A.
El Crédito de Energía Limpia Residencial es una medida fiscal que permite a los contribuyentes deducir hasta el 30% del costo de sus sistemas de energía solar de sus impuestos federales. Este crédito fiscal tiene como objetivo principal ayudar a compensar los gastos asociados con la adquisición de sistemas de energía solar para uso residencial. Su finalidad es fomentar una mayor adopción de la energía solar entre los propietarios de viviendas, impulsar la inversión en la industria solar y acelerar el ritmo de desarrollo e innovación en este campo.
La IEA precisó en u informe que la inversión en energía limpia en muchos países se ve frenada por factores que incluyen tasas de interés más altas, marcos de políticas y diseños de mercado poco claros, infraestructura de red débil, servicios públicos con dificultades financieras y un alto costo de capital.
Medina considera que hace falta una política mucho“más equilibrada, más sensata y mucho más racional de cara al futuro”para la transición energética y la posibilidad de tener energías alternativas a los combustibles fósiles.
Por eso se decanta por comenzar con inversiones en investigación, en mejorar los procesos y mientras ese desarrollo va ocurriendo la política debe centrarse en la captura y disposición del CO2. Emisiones que hay en los centros de refinación y petroquímicos.
En su opinión debe existir una política realmente clara y firme para que las empresas que están expulsando emisiones de CO2 a la atmósfera se ocupen de capturarlo, hay tecnologías disponibles para ello, e inyectarlo en el subsuelo para que quede secuestrado o pueda ser utilizado para mejorar la producción lo que implicaría menos inversión en perforación.
Y esa política debería incluir la concientización de las personas en cuanto a que una de las formas de contribuir con el ambiente es reducir el consumo de combustibles fósiles.