Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, se reunió este lunes con el presidente chino Xi Jinping, para culminar una serie de conversaciones destinadas a reducir las tensiones entre las dos superpotencias.
El encuentro de 35 minutos fue la culminación de más de 10 horas de reuniones que sostuvo Blinken con Wang Yi, el principal funcionario de política exterior de China, y Qin Gang, ministro de Relaciones Exteriores.
Xi le comentó a Blinken que China “respeta los intereses de Estados Unidos y no desafiará ni reemplazará a Estados Unidos”, y que Washington “también debe respetar a China y no dañar los derechos e intereses legítimos”, según una lectura publicada por la emisora estatal CCTV.
Xi hizo comentarios similares en noviembre luego de una reunión con Biden en Bali al margen de la cumbre del G-20, a la que el líder chino también se refirió el lunes como la base de la relación de los países.
En una declaración anterior, se informó que Xi le expresó a la delegación estadounidense que “las dos partes también lograron avances y llegaron a un acuerdo sobre algunos temas específicos, y esto es muy bueno”.
Ha sido costumbre en el pasado que el líder chino se reúna con los secretarios de Estado de los EEUU visitantes, pero la reunión del lunes no se confirmó hasta 45 minutos antes, una señal de cuán cuidadosamente orquestado ha sido este viaje.
Reuniones resientes entre EEUU y China
Las dos partes han dejado muy poco al azar durante la visita de dos días de Blinken, manteniendo fuera de las cámaras los desacuerdos centrales sobre derechos humanos, comercio y peligrosos encuentros militares en el Mar de China Meridional y el Estrecho de Taiwán.
La reunión siguió a un encuentro cuidadoso entre Blinken y Wang el lunes, en el que los dos funcionarios se saludaron en un intercambio muy formal antes de las conversaciones a puerta cerrada que duraron más de tres horas.
Los dos tuvieron una "discusión franca y productiva". Blinken subrayó "la importancia de gestionar de manera responsable la competencia entre Estados Unidos y China a través de canales abiertos de comunicación para garantizar que la competencia no se convierta en conflicto", informó en un comunicado Matthew Miller, el portavoz del Departamento de Estado.
“El secretario reiteró que Estados Unidos continuará utilizando la diplomacia para plantear áreas de preocupación y defender los intereses y valores del pueblo estadounidense”, comentó Miller.
Por su parte, Wang le dijo a Blinken que EEUU necesitaba "reflexionar profundamente" y trabajar con el país asiático para evitar "sorpresas estratégicas", según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
“Debemos revertir la espiral descendente de las relaciones chino-estadounidenses, impulsar el regreso a un camino saludable y estable, y trabajar juntos para encontrar una forma correcta de que China y Estados Unidos se lleven bien en la nueva era”, enfatizó Wang.
Las dos partes deben "elegir entre diálogo o confrontación, cooperación o conflicto", agregó Wang. Pidió a Washington que levante las sanciones contra China y que deje de “exagerar” la “teoría de la amenaza”.
El énfasis en el diálogo fue un cambio significativo en el tono de la postura anterior de Beijing de que la culpa del estado negativo de las relaciones recaía por completo en Washington.
Los medios estatales chinos, después de haber criticado a Blinken como un provocador entrometido, arrojaron una luz favorable sobre la visita. Las conversaciones del domingo generaron “expectativas positivas para la comunidad internacional”, agregó un editorial del Global Times, un tabloide nacionalista afiliado al Partido Comunista Chino.