Largas colas para poder surtir los vehículos se evidencian en el país caribeño y es que la escasez de gasolina en Venezuela parece un problema de nunca acabar y que se acentúa con el tiempo.
De acuerdo a medios internacionales las fallas en las plantas catalíticas de las refinerías Amuay y Cardón, del complejo refinador Paraguaná, en el estado Falcón, no se resolverán en los próximos días. Esto según el secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) Iván Freites.
Freites precisó que, en Amuay, la compañía petrolera espera unos refractarios que deben importar de Estados Unidos, mientras que Cardón necesita reparar un compresor. Además, aseguró que en este contexto no se comercializa gasolina, sino un producto con otra composición que puede afectar los motores de los vehículos.
La falla seguirá
“Quedan por lo menos tres o cuatro semanas más con el problema de la gasolina, si todo sale bien. Con mucha suerte para la refinería Cardón se reactivará la primera quincena de julio. En Amuay, que se paró en marzo, están esperando que llegue un barco con unos refractarios. Y la única parte donde los tienen es en Estados Unidos y con las sanciones están buscando la forma de comprarlo”, aseguró Freites.
Falta de mantenimiento a las refinerías
Por otra parte, insistió en que el problema de las refinerías del país es consecuencia de la falta de mantenimiento e inversión y data de hace casi 20 años. Indicó que las refinerías hay que detenerlas máximo cada cuatro años para hacerle mantenimiento mayor, más un mantenimiento continuo, a diario. Agregó que el verdadero daño empezó en el 2005, con la explosión de la Unidad de Alquilación II de la refinería Cardón.
“Luego vinieron una serie de eventos que nosotros denunciamos y ahí dijimos que en Venezuela se podía presentar una catástrofe, y se presentó en agosto del 2012 con la explosión de Amuay. Todo eso es debido a que no se hizo la inversión en mantenimiento y actualización de equipos”, precisó Freites según la publicación.
Asimismo, el petrolero denunció que la gasolina comercializada en la actualidad es hecha con un reformado de 101 octanos. Que al mezclarla con la nafta no procesada se convierte en gasolina de 87 octanos, lo que produce que el automóvil funcione. “En Venezuela no hay gasolina, lo que están vendiendo es una mezcla de reformado con nafta, que obtienen de las destiladoras, y eso daña los carros”, indicó.
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