El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por el gobierno de Daniel Ortega, fue liberado de su encarcelamiento, según revelaron este miércoles representantes diplomáticos. El religioso, acusado de "traición a la patria", se encuentra actualmente custodiado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
Monseñor Álvarez, vinculado a las diócesis de Matagalpa y Estelí como obispo y administrador apostólico respectivamente, fue extraído del Sistema Penitenciario Nacional, el centro de detención de máxima seguridad de Nicaragua conocido coloquialmente como La Modelo. El religioso permanece allí encarcelado desde el 9 de febrero, tras su negativa a ser deportado a Estados Unidos.
Bianca Jagger, conocida defensora nicaragüense de los derechos humanos, había sugerido anteriormente que había recibido noticias de la liberación de monseñor Álvarez de La Modelo y conjeturado sobre su posible traslado a Roma. Esta información fue difundida el martes por el diario La Prensa.
Félix Maradiaga, adversario político recientemente liberado, también se refirió a "fuentes confiables y bien informadas" el martes, afirmando que el obispo Álvarez ya no estaba detenido en La Modelo. Maradiaga insinuó que Álvarez podría ser "trasladado fuera de Nicaragua en las próximas horas".
Diplomacia vaticana
Según el informante diplomático en comunicación con EFE, las negociaciones entre la administración nicaragüense, el Vaticano y la Conferencia Episcopal condujeron a la liberación del obispo. Dichas partes deliberan actualmente sobre el futuro del alto representante eclesiástico. Entre los posibles escenarios que se barajan están el traslado del obispo Álvarez a Roma, su exilio o su reencarcelamiento en caso de que se resista.
El obispo hondureño José Antonio Canales, que ha seguido de cerca la situación de su colega, afirmó en las redes sociales que "el obispo Rolando Álvarez no desea abandonar Nicaragua. Desea vivir la libertad, sin restricciones, en su patria".
La liberación del obispo nicaragüense se produjo quince días después de que el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, declarara en Roma, tras su encuentro con el Papa Francisco, que intentaría convencer a Ortega de que liberara al obispo detenido Álvarez. Lula calificó de "error" el encarcelamiento del obispo por parte de Ortega.
Además, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), con sede en Costa Rica, emitió hace una semana una resolución en la que ordena a Nicaragua liberar al clérigo e "implementar las medidas necesarias para salvaguardar efectivamente su vida, salud e integridad personal".
En febrero de 2023, el gobierno de Ortega liberó y expulsó a 222 presos políticos, que fueron escoltados a Washington en un avión encargado por el gobierno estadounidense. El obispo Álvarez, que optó por permanecer en el país, fue condenado posteriormente a más de 26 años de detención y desposeído de su ciudadanía.
Nicaragua se encuentra sumida en una agitación política y social desde abril de 2018, que se agravó tras las disputadas elecciones de noviembre de 2021. En dichos comicios, Ortega se aseguró un quinto mandato, el cuarto consecutivo y el segundo con su cónyuge, Rosario Murillo, como vicepresidenta. Los principales competidores estaban encarcelados o en el exilio.