Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se enfrenta a otro desafío con su ley de gastos: mantener contentos a los republicanos.
Los líderes del Partido Republicano tratarán los 12 proyectos de ley de asignaciones al Senado. Destaca la polémica ley de gastos de Kevin McCarthy, que podría generar una división entre los conservadores republicanos.
El enfoque de gastos de McCarthy mantiene diferentes opiniones entre el Partido Republicano, enfrentándose los centristas, que admiten la necesidad de un compromiso bipartidsta sobre la financiación del gobierno. Mientras que, el lado conservador mantiene una línea dura para exigir recortes profundos y regresar a los niveles de 2022.
Un escenario desfavorable para McCarthy
Las opiniones divididas en el partido prepara una dinámica complicada para McCarthy. Los republicanos están compitiendo para ganarse a los conservadores que rechazan el proyecto de ley de gastos del presidente de la Cámara al considerarla “débil”.
Los conservadores republicanos se sintieron defraudados por el manejo del paquete de techo de duda de McCarthy, usarán su influencia para establecer una línea más dura sobre la ley de gastos.
McCarthy enfrenta en julio su permanencia en la Cámara de Representantes y evitar más divisiones entre los republicanos, el compromiso más importante que ha tenido su gestión.
McCarthy y su tenue control de la Cámara
Los republicanos, especialmente los conservadores, consideran que las decisiones de McCarthy han sido débiles y que pondrían en riesgo el poderío republicano en la Cámara de Representantes.
La ley de gastos que se discuturiá este mes, amenaza la presidencia de McCarty y aumenta las probabilidades de un cierre de gobierno adelantado.
McCarthy aseguró que está listo para cumplir la promesa que le hizo a los conservadores en enero sobre reducir el gasto de 2024 a niveles del año pasado.
Hay muchas opiniones entre los conservadores, que aseguran que el presidente de la Cámara usa trucos presupuestarios como las rescisiones, para disfrazar niveles más altos de gasto, una estrategia a la que los conservadores dicen que se opondrán.
McCarthy quiere ganarse a los demócratas
El presidente de la Cámara de Representantes se reunió con los integrantes del Freedom Caucus de extrema derecha, con el objetivo de persuadir a quienes no comparten sus propuestas para la ley de gastos.
A pesar de los esfuerzos, la reunión no llegó a ningún acuerdo y tanto los conservadores como los de extrema derecha no salieron convencidos del compromiso de McCarthy con los fuertes recortes que exigen, una clara evidencia de que los líderes republicanos todavía carecen de los votos para aprobar sus proyectos de ley.
“Tuvimos un acuerdo sobre los niveles de gasto discrecional para el año fiscal 2022. No me convence la idea de que comenzar allí y luego comprarlos con rescisiones equivale al desempeño de ese objetivo”, afirmó el representante Dan Bishop.
McCarthy y sus aliados siguen siendo optimistas de que pueden pasar los 12 proyectos de ley de gastos, no solo a través del comité sino también en el pleno.
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