El estado de Texas aprobó una ley que obliga a los condenados por DUI (conducir bajo los efectos del alcohol o drogas), cuya negligencia provoque la muerte de ambos progenitores de un menor de edad, a asumir la responsabilidad económica del niño.
Este mes, el gobernador Greg Abbott autorizó un proyecto de ley, House Bill 393, que establece este requisito como ley.
La ley ordena que si un menor de 18 años queda huérfano a causa de un conductor ebrio, el convicto está legalmente obligado a proporcionar apoyo financiero a los tutores legales designados del niño.
Es esencial destacar que esta disposición sólo es aplicable en los casos de fallecimiento de ambos progenitores del menor. La ley no contempla los casos en que personas adultas pierden a sus padres en circunstancias similares.
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La responsabilidad financiera impuesta al condenado tendrá en cuenta diversos factores. Entre ellos, el nivel de vida del menor antes del trágico incidente, su salud física y mental y sus necesidades educativas. La ley también tiene en cuenta otros costes relacionados con la crianza de los hijos.
La ley, que entrará en vigor el 1 de septiembre, obliga a los condenados a iniciar los pagos mensuales en el plazo de un año tras salir de la cárcel. Esta legislación llega en un momento crucial para Texas, un estado tristemente famoso por sus elevados índices de conducción bajo los efectos del alcohol.
En los últimos años, Texas ha figurado sistemáticamente entre los estados con más incidentes de conducción bajo los efectos del alcohol. Sorprendentemente, Texas ocupó el tercer lugar en un reciente estudio de Forbes Advisor.
San Antonio, una ciudad de Texas, lidia con un número significativo de problemas de conducción bajo los efectos del alcohol, ocupando el cuarto lugar entre las ciudades estadounidenses con mayores incidentes de conducción bajo los efectos del alcohol en 2021.
Esta legislación pionera introduce una nueva estrategia para abordar las secuelas de la conducción bajo los efectos del alcohol. Al imponer la responsabilidad financiera a los infractores de DUI, pretende salvaguardar el bienestar de las víctimas infantiles y actuar como un poderoso elemento disuasorio contra el comportamiento imprudente.