El progreso logrado con la iniciativa “Everyone In” lanzada en 2020, que ofreció a las personas sin hogar un lugar seguro para quedarse, se está desvaneciendo rápidamente.
Según un informe de la Autoridad del Gran Londres, la cantidad de personas que duermen en sus calles se incrementó un 21% en comparación con el año pasado debido al aumento del costo de vida. Esto representa más de 1.700 sin techo adicionales que no tienen un hogar donde refugiarse.
Cabe señalar que en el período comprendido entre 2021 y 2022 se registraron un total de 8.329 personas durmiendo a la intemperie. Sin embargo, en el último año, ese número creció drásticamente a 10.053 personas, de acuerdo a las últimas estadísticas.
St. Mungo’s, una organización benéfica británica para personas sin hogar, dijo que estas cifras “muestran el trágico vínculo entre la falta de viviendas asequibles y la actual crisis del costo de vida”. Los datos muestran que cerca de la mitad de los que viven en las calles en Londres necesita apoyo psicológico.
Las zonas con más número de “homeless” son el barrio de Westminster, en pleno centro de Londres, seguido por la ciudad de Brighton, el condado de Cornualles, las ciudades de Manchester, Luton y Bristol, el barrio londinense de Croydon, y las localidades de Redbridge, Bedford y Birmingham.

Jon Sparkes, director ejecutivo de Crisis (organización en apoyo de indigentes sin menores a su cargo) afirmó que detrás de las estadísticas:
“hay miles de personas desesperadas que duermen bajo la intemperie, en contenedores de basura, estaciones de trenes o parques, cualquier lugar que consideren lo suficientemente seguro y protegido para escapar del frío y las inclemencias del tiempo. Dormir en la calle arruina la vida, deja a muchas personas vulnerables a la violencia y el abuso, y trae secuelas terribles para la salud física y mental de la persona”
Según Sparkes, el último informe del grupo demostró que aquellos que duermen en la intemperie tienen 17 veces más posibilidades de ser víctimas de actos de violencia o abuso. “Esta no es forma de vivir para nadie” .
Por eso se han desarrollado iniciativas como Everyone In, sin embargo las condiciones económicas tienen efectos notables.
El Reino Unido ha sido uno de los países más afectados por la inflación a causa de la pandemia del COVID-19 y a la crisis energética derivada de las sanciones occidentales impuestas a Moscú por su operación militar especial en Ucrania.
Además, la crisis del costo de vida en ese país sigue ganando impulso, ya que los alimentos básicos son ahora hasta un 80% más caros que en el 2022, según Consumer Watchdog. En junio pasado, el robo de artículos como carne, alcohol y dulces en la sociedad británica alcanzó los números más altos en una década, indicó el diario Financial Times.
Emma Haddad, directora ejecutiva de la ONG St. Mungo’s, instó al Gobierno británico a aumentar el subsidio a la vivienda para que refleje adecuadamente el costo real del alquiler, que creció ante la inflación un 8,7% anual. “Sin una intervención inmediata, el número de personas que duermen a la intemperie seguirá aumentando”, afirmó.
Matt Downie, director ejecutivo de la organización benéfica Crisis, afirmó por su parte que las estadísticas son “increíblemente trágicas” y deberían servir como un “llamado de atención” para el Gobierno. Admitió que, a este ritmo, es poco probable que se cumpla el objetivo de terminar con las personas que duermen en la calle para 2024.
Downie también lamentó que el progreso logrado con la iniciativa “Everyone In” lanzada en 2020, que ofreció a las personas sin hogar un lugar seguro para quedarse, se está “desvaneciendo rápidamente”, y el número de personas durmiendo en las calles de Londres “está alcanzando niveles récord anteriores a la pandemia”.
Según la Autoridad del Gran Londres, hay aproximadamente 2,7 millones de londinenses que alquilan. Las encuestas realizadas por el ayuntamiento de la capital muestran que el 24% de los inquilinos privados tuvieron dificultades para pagar el alquiler en los últimos seis meses, y el 6% incurrió en retrasos en los pagos.
El alquiler promedio en Londres alcanzó un récord de 2.501 libras al mes (unos 3.100 dólares) y sigue aumentando. El análisis más reciente del ayuntamiento reveló que 3.630 hogares recibieron avisos de desalojo. Ante esta situación, el alcalde Sadiq Khan instó a congelar el precio de los alquileres por dos años y otorgarle al Gobierno local el poder de establecer un sistema de control más eficiente.
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