El gobernador de Florida, Ron DeSantis, suspendió de sus funciones a la fiscal estatal demócrata del área de Orlando, Monique Worrell.
Worrell es la única mujer negra que se desempeña como fiscal local en Florida. Esta es la segunda vez que DeSantis toma una decisión así.
En agosto del año pasado, el gobernador suspendió al fiscal del área de Tampa, Andrew Warren.
Aunque un juez federal de Florida calificó la decisión como “inconstitucional”, señaló que no podía revocar la suspensión. Tanto la campaña de 2020 de Warren y de Worrell recibieron ayuda de un comité de financiamiento del gran donador demócrata, George Soros.
En varios discursos, el gobernador se ha mostrado orgulloso de su decisión, asegurando que es el “único funcionario electo en Estados Unidos que destituyó a un fiscal de distrito ‘progresista’ financiado por Soros”.
DeSantis sigue tomando decisiones para aumentar su popularidad
El candidato republicano quiere ganar paso en su competencia con Donald Trump, favorito para las primarias del Partido Republicano.
DeSantis anunció la suspensión de Worrell en una conferencia de prensa rápida convocada en Tallahassee.
Esta conferencia de prensa se ejecutó un día después de que el mismo gobernador destituyera a su gerente de campaña, y colocara a James Uthmeier en el cargo.
Además, el gobernador despidió a 40% de su personal de campaña como parte de un “reinicio” de su campaña presidencial.
La respuesta de Worrell
La fiscal suspendida realizó una rueda de prensa en Orlando, horas después del anuncio de DeSantis, a quien calificó como un “dictador débil”.
“Soy su fiscal estatal debidamente elegida, y nada de lo que haga un dictador débil puede cambiar eso”, afirmó.
La suspensión de Worrell se produce después de meses de peleas políticas con los republicanos, incluso con DeSantis directamente, por su manejo de una serie de tiroteos en el área de Orlando.
La orden ejecutiva de DeSantis se debió al patrón que, según el gobernador, tenía la fiscal para evitar sentencias obligatorias mínimas por delitos con armas de fuego y cargos por drogas y permitir que los delincuentes juveniles eviten cargos graves y encarcelamiento.
DeSantis solo puede suspender; el Senado de Florida tendría que tomar medidas para destituirla de su cargo.
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