El Vaticano beatificó este domingo a los Ulma, una familia polaca compuesta por nueve miembros, quienes fueron ejecutados por los nazis en marzo de 1944 por resguardar a judíos.
La familia está compuesta por Józef y Wiktoria Ulma y sus hijos Stanisława, Bárbara, Władysław, Franciszek, Antoni, María y un bebé que no nació.
En medio de una ceremonia religiosa, el enviado del Papa Francisco, el cardenal Marcello Semeraro, proclamó la fórmula latina para la beatificación de la Familia Ulma, un decreto firmado anteriormente por el sumo pontífice.
También se reveló una obra de arte moderna que retrata a los padres Jozef y Wiktoria Ulma y a sus hijos cerca del altar. Es la primera vez que el Vaticano concede la beatificación a una familia entera.
Altos dignatarios polacos, entre ellos el presidente Andrzej Duda, el líder del partido gobernante Jaroslaw Kaczynski y el primer ministro Mateusz Morawiecki, asistieron a la conmemoración en Markowa, al sureste de Polonia, el lugar donde los Ulma fue brutalmente asesinada en 1944.
El año pasado, el Papa Francisco reconoció a la familia Ulma, devotos católicos, como mártires de la fe, incluido el hijo nonato de Wiktoria Ulma.
La historia de la familia Ulma
El 24 de marzo de 1944, la familia Ulma y los ocho judíos a los que protegían fueron asesinados en su casa por soldados nazis y la policía local, controlada por los nazis, que se creía que habían sido traicionados.
Jozef Ulma, agricultor de 44 años, activista católico y fotógrafo aficionado que captaba la vida local y familiar, residía con su esposa Wiktoria, de 31 años, sus tres hijas y cuatro hijos. Todos ellos fueron masacrados junto a Saul Goldman y su familia.
La beatificación del hijo nonato de Wiktoria supuso un reto para la Iglesia católica, ya que el bebé no había sido bautizado, un requisito previo para la beatificación. Sin embargo, el cardenal Semeraro explicó que el bebé nació durante la masacre y recibió un "bautismo de sangre" de su madre mártir.
La ceremonia de beatificación coincidió con una campaña del partido conservador en el poder sobre los valores familiares y la valentía polaca durante la guerra. El partido se encuentra actualmente en una acalorada campaña política de cara a las elecciones del 15 de octubre, en las que aspira a un tercer mandato sin precedentes.
Este acto introduce nuevas ideas teológicas sobre santos y mártires en la Iglesia católica. Éstas tienen repercusiones para el movimiento antiabortista por el bebé no nacido, señaló el reverendo Robert Gahl, profesor de la Universidad Católica de América y de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.
Gahl declaró a Associated Press que, al declarar que el bebé había nacido, el Vaticano confirmaba también que los asesinos pretendían matarlo por odio a su fe, un requisito para la declaración de martirio y la beatificación.
Tras la beatificación, se necesita un milagro atribuido a la intercesión de la familia Ulma para su canonización, el proceso mediante el cual la Iglesia nombra a los santos.
En 1995, el Instituto Yad Vashem de Israel reconoció a los Ulma como Justos entre las Naciones, aquellos que arriesgaron sus vidas para rescatar a judíos durante el Holocausto.
En Polonia, la familia Ulma ejemplifica la valentía de miles de polacos que lo arriesgaron todo para ayudar a los judíos, a pesar del decreto nazi que castigaba con la ejecución sumaria la ayuda a los judíos.