La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), aliada de las Naciones Unidas, reveló que 17 países latinoamericanos sirven actualmente de refugio a unos 6,5 millones de venezolanos que salieron de su país.
En el informe asociado al Análisis de las Necesidades de Refugiados y Migrantes (RMNA) para 2023, la OIM subrayó que, a pesar de los esfuerzos de los países por regularizar a los refugiados y migrantes venezolanos, más de cuatro millones de personas siguen teniendo dificultades para obtener alimentos, vivienda, servicios sanitarios, educación y empleo en América Latina y el Caribe.
Según la OIM, actualmente hay 7,7 millones de ciudadanos venezolanos en todo el mundo que son reconocidos como migrantes y refugiados.
El flujo de salida de venezolanos en los últimos cinco años está vinculado a las circunstancias humanitarias extremas y a la escalada de violencia en Venezuela, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversos organismos mundiales.

Paso fronterizo
La OIM afirmó que la ruta terrestre entre Estados Unidos y México ostenta el récord como la ruta migratoria más peligrosa del mundo.
El estudio reveló que, dentro de los países que los reciben, la mayoría de los refugiados dan prioridad a la obtención de alimentos. Sin embargo, también resaltaron la necesidad de empleo "con una remuneración digan y justa", expone el informe presentado el 12 de septiembre.
La Plataforma de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), que trabaja junto con los gobiernos regionales para hacer frente al abrumador número de refugiados, informó de que de los 1.720 millones de dólares solicitados para estos objetivos, "apenas se ha recaudado el 12% de los fondos esenciales a la conclusión del año fiscal 2023".
El informe advirtió también que alrededor del 19 % de los niños y niñas refugiados y migrantes no asisten a la escuela, optando muchos de ellos por apoyar a sus familias con trabajos informales.