Un estudio realizado por la revista científica JAMA, encontró que el consumo de alimentos ultraprocesados podrían provocar un mayor riesgo de sufrir depresión.
La investigación encontró una relación elevada entre el consumo de estos alimentos y la depresión.
En este sentido, el estudio analizó los hábitos alimentarios y el estado de salud mental en más de 31.000 mujeres entre los 42 y 62 años.
Los resultados revelaron una correlación significativa: las mujeres que consumían más alimentos ultraprocesados, unas nueve porciones diarias, tenía 50% de un riesgo mayor a desarrollar depresión en comparación a las que consumían menos alimentos ultraprocesados.
Los alimentos y bebidas que contenían edulcorantes sintéticos parecían tener un efecto especialmente adverso.
El consumo de los alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados son los que tienen un alto contenido de sal, azúcar, grasas trans y aditivos diversos.
Estos alimentos no solo incluyen productos de comida chatarra, como patatas fritas y refrescos, sino también comidas precocinadas, pan blanco y diversos tipos de yogur.
Según Melissa Lane, investigadora del Food and Mood Centre de la Universidad Deakin de Victoria, en Australia, el estudio "afirma otras investigaciones realizadas en todo el mundo que han descubierto que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados está correlacionado con un mayor riesgo de desarrollar depresión."
La relación causa-efecto entre los alimentos ultraprocesados y la depresión sigue sin estar clara. Los profesionales debaten si la depresión conduce a hábitos alimentarios poco saludables o al revés.
Las consecuencias de la depresión
Susan Albers, psicóloga clínica de la Clínica Cleveland, señala que "cuando una persona está deprimida le resulta fácil comer alimentos ultraprocesados porque le falta energía y motivación para cocinar o hacer las compras".
Aunque el estudio no era un ensayo clínico y no pudo determinar una relación causa-efecto, otras investigaciones de JAMA señalan que una dieta abundante en alimentos integrales, repleta de nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y minerales, puede influir positivamente en la salud mental.
Los investigadores también teorizaron sobre el posible papel de la salud intestinal, dada su profunda conexión con el cerebro.
El doctor Andrew Chan, coautor del estudio y jefe de la unidad de epidemiología clínica y traslacional del Hospital General de Massachusetts, propuso que los alimentos ultraprocesados podrían alterar el microbioma intestinal, causando inflamación y posiblemente aumentando el riesgo de depresión.
Otra teoría se centra en los edulcorantes sintéticos, que podrían afectar negativamente al equilibrio químico del cerebro, provocando inflamación cerebral y posiblemente depresión.
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