El senador Bob Menéndez se enfrenta a cada vez más peticiones para que renuncie a su cargo en la Cámara Alta, después de conocerse una acusación que afirma que él y su esposa aceptaron sobornos a cambio de su influencia política.
Esta creciente presión no sólo viene de otros senadores, sino también de miembros de la Cámara de Representantes y de diversos cargos electos de Nueva Jersey, estado que representa en el Congreso.
Entre las voces que instan a la renuncia de Bob Menéndez se encuentra la de su colega, el senador demócrata por Nueva Jersey Cory Booker.
Booker se mostró convencido de que las acusaciones contra Menéndez han socavado gravemente la confianza de los ciudadanos de Nueva Jersey y de sus homólogos. Sostuvo que la dimisión de Menéndez no es una declaración de culpabilidad, sino una concesión necesaria para el bien público, teniendo en cuenta la gravedad de las acusaciones.
A pesar de las peticiones de una docena de senadores demócratas y de numerosos miembros de la Cámara de Representantes, el senador se mantiene firme en su afirmación de inocencia y se niega a renunciar.
Menéndez, de 69 años, se prepara para regresar a Washington DC y presentarse esta semana a su primera sesión ante el tribunal federal de Manhattan.
En caso de que Menéndez decida renunciar a su escaño en el Senado, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, otro de los partidarios de la dimisión de Menéndez, nombrará a su sucesor.
El senador ya dimitió a su cargo de presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, aunque había anunciado con antelación que iba a buscar la reelección, reseñó The Washington Post. Su escaño en la Cámara Alta pone en riesgo a futuro la mayoría demócrata en esa instancia.
No todos piden la renuncia de Bob Menéndez
Aunque hay senadores demócratas que expresaron su preocupación por las acusaciones contra Bob Menéndez, no han llegado a pedir explícitamente su renuncia.
El líder de la mayoría en el Senado, Charles E. Schumer; y la Casa Blanca, por ejemplo, respaldaron la decisión de Menéndez de dimitir de la comisión, pero no lo han presionado para que renuncie a su escaño.