La creciente oleada de inmigrantes que se dirigen a Estados Unidos ha llevado al presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, a declarar el estado de emergencia el martes.
Chaves puso de manifiesto que personas procedentes de numerosos países de todo el mundo, como Venezuela, Ecuador, China, Colombia, Haití, Yemen y Bangladesh, están utilizando Costa Rica como punto de paso hacia Estados Unidos.
Los datos de la Organización Internacional para las Migraciones indican un fuerte aumento de la afluencia de inmigrantes a Costa Rica, motivo por el que se declaró el estado de emergencia.
Sólo en agosto cruzaron la frontera sur 84.490 personas, lo que representa un incremento del 55% respecto al mes anterior.
El Tapón del Darién, un peligroso paso que une Panamá y Colombia, ha sido testigo de una oleada de migrantes sin pausa en 2023. Los registros oficiales indican que 248.901 personas se han enfrentado a la jungla en lo que va de año, de los cuales aproximadamente el 20% son menores de edad.
En una reunión con su homólogo Joe Biden, a principios de agosto, el presidente Chaves habló de la actual crisis migratoria, entre otros temas.
Gran parte de su discurso se centró en la iniciativa Movilidad Segura, un plan concebido por la administración Biden para controlar la afluencia de migrantes. La estrategia prevé la creación de "oficinas de movilidad segura" en varios países, donde los inmigrantes puedan registrarse para emigrar legalmente a Estados Unidos y otros países.
Costa Rica se ha comprometido a albergar estas oficinas, ofreciendo así a los migrantes una alternativa al peligroso viaje a la frontera.
Un funcionario de la Casa Blanca confirmó el 28 de agosto que más de 38.000 personas de Colombia, Costa Rica y Guatemala se han inscrito en la iniciativa Movilidad Segura.
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