Los bomberos de Australia trabajan para contener varios incendios en la región sureste del país registrados el miércoles 4 de octubre, al paso que las autoridades ahora advirtieron sobre inundaciones repentinas a medida que las fuertes lluvias ayudan a combatir las llamas pero elevan los niveles del agua en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
En Nueva Gales del Sur, estado más poblado de Australia, informaron sobre otros focos de incendios sin control en la región de Bega Valley, donde las autoridades llegaron a emitir una alerta de evacuación y confirmaron la destrucción de tres viviendas.
Según el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, las llamas se extendieron por un área de 5.200 hectáreas y "continúan ardiendo cerca de casas" en las localidades de Cuttagee, Barragga Bay, Murrah, Bunga y Goalen Head, reportó la agencia de noticias EFE.
Pérdida de viviendas
El jefe de la institución, Rob Rogers, confirmó que tres casas fueron acabadas por el incendio en el valle de Bega, que ya había sido devastado por el fuego del llamado "verano negro" de 2019-2020, que calcinaron unos 24 millones de hectáreas y afectaron a unos 3.000 millones de animales.
De igual manera, las autoridades informaron que un hombre resultó herido tras la caída de un árbol y fue ingresado en un hospital de la región con heridas leves.
Anthony Albanese, primer ministro australiano, tildó durante una visita local la situación de "una experiencia increíblemente traumática", mientras que el gobernador de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, instó a los ciudadanos a "prepararse para un verano aterrador".

En Victoria, el segundo estado con más habitantes del país oceánico, alrededor de 17.000 hectáreas ardían y, de acuerdo con la Oficina Australiana de Meteorología, "actualmente hay varios incendios en el nivel de Advertencia de Emergencia" en la región mientras que algunas localidades han recibido órdenes de evacuación.
Alerta de inundaciones
Sin embargo, menos de 24 horas después de registrarse incendios en varias partes, los servicios de emergencia emitieron una alerta para "inundaciones repentinas" debido a la llegada de un fuerte frente frío y lluvias torrenciales.
Si por un lado la lluvia y las temperaturas más bajas tienen el "potencial de extinguir" muchos de los incendios en curso, por otro la Oficina Australiana de Meteorología advirtió de los riesgos para lluvias de moderadas a intensas, tormentas eléctricas aisladas y fuertes vientos en las partes central y oriental del estado.
Además, autoridades emitieron una advertencia de clima severo por vientos dañinos y fuertes lluvias para partes del centro y este de Victoria, que podrían provocar inundaciones, precisó la Agencia.
Australia, que sufrió un "verano negro" de 2019-2020, cuando 33 personas perdieron sus vidas por una ola incontrolable de incendios, se enfrentará este año a un clima más seco del habitual debido al El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que podría ocasionar incendios.
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