Marina Ovsyannikova, periodista rusa, fue condenada a 8 años y medio de prisión tras protestar en directo por televisión contra la invasión de Ucrania en marzo de 2022. La sentencia se dictó este miércoles 4 de octubre, sancionando a Ovsyannikova por supuestamente "difundir noticias falsas" sobre las fuerzas militares rusas.
Ovsyannikova trabajaba en el Canal 1 cuando interrumpió una emisión en directo para criticar la agresión militar rusa en Ucrania. Su acto se consideró audaz, sobre todo a la luz de la rígida prohibición del Kremlin a los periodistas de referirse a las operaciones militares de Rusia en Ucrania como "guerra", insistiendo en el eufemismo "operación especial".
El tribunal decretó que Ovsyannikova cumpla su condena en una "colonia correccional de régimen general". Además, se le prohibió realizar cualquier actividad relacionada con la administración de sitios web y páginas de redes de telecomunicaciones durante los cuatro años siguientes.
Acusada de difundir noticias falsas
Según informó la agencia de noticias TASS, el tribunal también declaró a Ovsyannikova culpable de difundir en julio de 2022 vídeos y fotos que supuestamente contenían "información falsa" sobre la conducta de los soldados rusos durante la invasión de Ucrania, orquestada en febrero de 2022 por el presidente Vladimir Putin.
Las autoridades rusas habían emitido previamente una orden de detención contra la periodista en octubre de 2022, durante la cual consiguió huir del país mientras se encontraba bajo arresto domiciliario. Posteriormente, Ovsyannikova confirmó su huida, manteniendo firmemente su inocencia.
Ovsyannikova fue multada en varias ocasiones, según medios internacionales, por acciones percibidas como contrarias al ejército ruso. Como reacción a su protesta en directo, se le impuso una multa de 30.000 rublos (255 euros) por "organizar un acto público sin autorización". Tras una investigación, fue relevada de su puesto en el Canal 1 y empezó a trabajar para el diario alemán Die Welt.
Su huida fue posible gracias a Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en Francia. Utilizando siete vehículos diferentes y cruzando la frontera a pie, atravesó un bosque al amparo de la oscuridad. Durante una rueda de prensa de RSF en París, relató: "Tuvimos que guiarnos por las estrellas. Fue un verdadero reto. Tuvimos que esquivar las luces de los guardias fronterizos y los tractores, pero al final lo conseguimos y llegamos a la frontera", reseñó Infobae.
La productora de 44 años de edad, madre de dos hijos, que había estado bajo arresto domiciliario y fue obligada a quitarse una pulsera electrónica durante su huida, confesó que se había resistido a abandonar Rusia. "Sigue siendo mi país, aunque actualmente estén en el poder criminales de guerra. Pero no me dejaron otra opción: era la cárcel o abandonar el país", confesó.
Tras su primera protesta televisada, se trasladó a Alemania, para regresar a los tres meses y organizar otra protesta en solitario cerca del Kremlin. Exhibió un cartel en el que se leía "Putin es un asesino", lo que provocó su posterior detención.
Te podría interesar leer: