El perro pastor alemán del presidente Joe Biden, llamado Commander, atacó a un empleado de la Casa Blanca. Sería la duodécima agresión del animal.
El perro, de dos años de edad, mordió el 13 de septiembre a Dale Haney, superintendente de jardines de la Casa Blanca. Este incidente, captado por la cámara de un turista, no es el primero de Commander.
Es el duodécimo acto agresivo documentado de Commander en el último año. Esto contradice las afirmaciones anteriores de la administración de Biden de que la agresión de Commander solo iba dirigida a los agentes del Servicio Secreto.
La fotografía del incidente fue publicada por Daily Mail el miércoles. Los informes indican que Haney, al que se ve a menudo paseando a Commander, estaba teniendo en una interacción juguetona con el pastor alemán cuando se produjo el mordisco de forma inesperada.
En este sentido, CNN informó de un incidente similar el mes anterior, en el que Commander mordió a un agente del Servicio Secreto.
Los incidentes de Commander, el perro de Biden
Los ataques de Commander salieron a la luz en julio, cuando The Post informó de que el pastor alemán había mordido a siete empleados del Servicio Secreto y se había mostrado agresivo con otros tres desde octubre de 2022 hasta enero de este año.
En uno de los incidentes, un agente uniformado tuve que ser atendido por un médico en un hospital por las heridas en el brazo y el muslo. Esto salió a la luz cuando se publicaron correos electrónicos en virtud de la Ley de Libertad de Información a Judicial Watch, un grupo de vigilancia.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no hizo comentarios sobre la reciente fotografía del incidente de Commander con Haney. Sugirió que las preguntas se dirigieran al Servicio Secreto o a la oficina de la primera dama.
La respuesta de la Casa Blanca
La oficina de la primera dama informó al Daily Mail que “la Primera Familia sigue ideando estrategias para gestionar las reacciones de Commander ante la naturaleza impredecible de los terrenos de la Casa Blanca.”
Anteriormente, la Casa Blanca se enfrentó a críticas por el comportamiento agresivo de Major, otro pastor alemán y antiguo primer perro.
Según los informes, Major atacó en repetidas ocasiones a empleados del Servicio Secreto y a un visitante de la Casa Blanca, lo que llevó a su realojamiento. La Casa Blanca aún no ha revelado incidentes de mordeduras de ninguno de los dos perros de forma proactiva”.
