huelga automotriz canadá
La huelga afecta a varias plantas canadienses. | Foto: Ian Willms/The New York Times.
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La huelga automotriz escaló a Canadá este 10 de octubre cuando 4.000 trabajadores de General Motors (GM) paralizaron sus labores para exigir mejores condiciones laborales.

El punto de ignición de la huelga fue el fracaso de GM y el sindicato Unifor en la negociación de un acuerdo comparable al anterior con Ford.

Unifor señaló que la respuesta de GM a las peticiones de pensiones, las ayudas a los ingresos de los jubilados y el paso de contratos temporales a puestos fijos a tiempo completo son el quid de la cuestión.

“GM Canadá presentó a Unifor una oferta económica récord que reconoce las muchas contribuciones de los miembros de nuestro equipo representados: pasados, presentes y futuros”, expresó Marissa West, presidenta y directora general de GM Canadá.

“Sin embargo, quedan algunos puntos finales pendientes que deben resolverse en la mesa de negociaciones. Estamos comprometidos a alcanzar rápidamente un nuevo convenio colectivo para que todos podamos volver a trabajar y al mismo tiempo posicionar tanto a nuestra gente como a GM Canadá para un éxito continuo en el futuro”, comentó West.

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La huelga automotriz en Canadá

La huelga afecta a varias plantas canadienses, entre ellas la fábrica de montaje de Oshawa, en Ontario, donde se produce la camioneta Chevrolet Silverado, la planta de motores y transmisiones de St. Catharines y un centro de distribución de piezas en Woodstock.

Sin embargo, la planta de montaje CAMI de Ingersoll, Ontario, sigue funcionando gracias a un convenio colectivo independiente.

La huelga puede extenderse a las operaciones de GM en EEUU, dado el papel integral de las plantas afectadas en el suministro de motores y transmisiones a numerosas fábricas estadounidenses.

Un contratiempo en la producción del Silverado, el buque insignia de GM, podría mermar considerablemente las ventas y los ingresos de la empresa.

Este conflicto laboral se produce en un momento en que GM ya está luchando contra las huelgas del sindicato United Auto Workers (UAW) en dos plantas de montaje de EEUU y 18 centros de distribución de piezas en 13 estados.

Al mismo tiempo, el sindicato UAW prosigue su huelga contra las plantas de Ford y Stellantis. En la primera quincena de huelga estadounidense, que comenzó el 15 de septiembre, GM registró unas pérdidas de 200 millones de dólares.

Los sindicatos aprovechan la solidez de los mercados laborales de Estados Unidos y Canadá para presionar en favor de mejores salarios, beneficios y condiciones de trabajo.

El número de protestas en EEUU con más de 100 huelguistas durante una semana o más ascendió a 56 en los tres primeros trimestres de este año, lo que supone un aumento del 65% respecto al mismo periodo del año anterior. Canadá también está experimentando un aumento de la conflictividad laboral.

Las exigencias de Unifor

El plan táctico de Unifor difiere del de la UAW, ya que se centra en los distintos fabricantes de automóviles en lugar de organizar huelgas simultáneas.

El acuerdo de Unifor con Ford, respaldado por el 57% de sus miembros, supuso el restablecimiento de un plan de pensiones convencional para los trabajadores empleados desde 2016.

Tanto Unifor como UAW pretenden restablecer estos planes de pensiones tradicionales en los contratos vigentes, en vista de los beneficios récord de GM.

Una vez concluidas las negociaciones con Ford, Unifor centró su atención en GM, concediéndole un plazo de 10 días para alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite para la huelga.

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