Decir que las últimas semanas en el Congreso han sido caóticas sería quedarse corto. Los republicanos del ala extremista del partido llevan meses amenazando con un cierre del gobierno. No fue hasta última hora (literalmente, la noche antes de que ocurriera el cierre) que el Congreso promulgó una resolución contínua para mantener el gobierno abierto. Esta resolución mantiene al gobierno financiado según los niveles acordados el año anterior, y estará en pie hasta el 17 de noviembre. Es decir, el Congreso tiene 35 días para tomar acción. Aún así con tan poco tiempo, los republicanos MAGA de la Cámara de Representantes han decidido enfocarse en sus juegos políticos, y quienes sufrirán las consecuencias son el pueblo estadounidense.
A pocos días de promulgar la resolución, los republicanos MAGA de la Cámara tomaron medidas históricas para destituir al representante Kevin McCarthy de la posición de líder de la Cámara, y no hay señas de que otro representante republicano vaya a tomar el puesto pronto. La conferencia del Partido Republicano escogió a Steve Scalise como su candidato a pesar de que no tenía los votos suficientes para ser elegido, así que no sorprende que este se haya retirado abruptamente de la carrera anoche. Ahora, los republicanos MAGA intentan nominar a alguien aún más extremo, como Jim Jordan, quien es respaldado por Donald Trump y es el cofundador del Freedom Caucus— la ala más extremista de derecha en la Cámara.
No queda claro que Jim Jordan tenga los votos suficientes para ser elegido como el próximo líder. Sin embargo, este es el líder que los extremistas quieren— aunque no tenga ni un acontecimiento legislativo de importancia hasta la fecha— porque como han dicho algunos republicanos: “ha quedado claro que todos los acuerdos y normas con él [McCarthy] son nulos y sin valor”. De hecho, fue Jim Jordan quien convenció al entonces presidente Donald Trump de someter al país al cierre de gobierno más largo en la historia en 2018. Y también fue Jordan el quien el entonces líder John Boehner calificó como “un terrorista legislativo” por fomentar el cierre del gobierno de 2013. Si eso no fuese suficiente, Jordan votó a favor de no certificar los resultados de las elecciones de 2020, apoya recortes a la Seguridad Social y Medicare, y está a favor de prohibir el aborto tras las seis semanas sin excepciones por violación o incesto. Jim Jordan es una amenaza para el país, y por lo tanto, amenaza con hundirnos aún más en el caos.
Todo este vaivén para la presidencia ha hecho evidente que la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes es completamente ingobernable tras el derrocamiento del ex presidente Kevin McCarthy. Sin un sucesor claro y con demasiado en juego, el contraste no podría ser más obvio. Los demócratas se unieron para elegir al representante Hakeem Jeffries como su líder de nuevo, sin drama, y el líder demócrata ha pedido una coalición de gobierno bipartidista para que el Congreso pueda cumplir con su deber, mientras que los republicanos no dan un paso al frente y actúan como adultos responsables. Si ellos siguen enfocados en sus juegos partidistas, corremos el riesgo de que cierre el gobierno, lo cual tendrá consecuencias devastadoras para los estadounidenses más vulnerables.
Pero no hay que esperar 35 días para ver las consecuencias de este caos: debido a la falta de presidente, la Cámara no puede legislar. Eso significa que el Congreso no puede aprobar ayuda de emergencia, como para la crisis en Israel. Patrick Gaspard, el director ejecutivo de CAPAF, recalcó la gravedad de la situación: “El mundo está en llamas. Nuestros aliados están bajo ataque. Es vergonzoso que la disfunción y el caos de los republicanos estén debilitando a Estados Unidos y a nuestros aliados.”
Gaspard hizo un llamado para restaurar orden en la Cámara: “Es hora de que cinco republicanos de la Cámara de Representantes pongan al país en primer lugar y apoyen al líder de la minoría Hakeem Jeffries, quien se ha comprometido a trabajar de manera bipartidista para que el gobierno funcione para el pueblo estadounidense.”
