Jim Jordan, presidente del Comité Judicial, informó este viernes que regresa a la carrera por la presidencia de la Cámara de Representantes, después de que Steve Scalise, anunciara su retiro de la candidatura.
Jordan fue vencido por Steve Scalise en una votación previa en el Partido Republicano por el puesto a la presidencia de la Cámara de Representantes.
En este sentido, Jordan ha sido respaldado por el expresidente Donald Trump y aspira a lograr los votos suficientes entre los republicanos para lograr ganar la presidencia de la Cámara de Representantes, que se encuentra vacante debido a la destitución de Kevin McCarthy.
Jordan necesita al menos 217 de los 221 votos de los republicanos de la Cámara para mantener su carrera a la presidencia.
Algunos republicanos no votarán por Jim Jordan
Varios republicanos, entre ellos, Ann Wagner por Missouri, Austin Scott por Georgia y Don Bacon por Nebraska, declararon que no votaran por Scalise.
La falta de votos para Jim Jordan podrían provocar el mismo escenario que vivió Scalise, que tuvo que abandonar la carrera por la presidencia y agravar aún más la crisis de liderazgo en la Cámara de Representantes.
Aunque Scalise logró ser candidato para la presidencia de la Cámara por 113 votos a favor y 99 en contra en la votación interna, no logró el apoyo suficiente en el Partido Republicano, ni siquiera para ir a una votación ante el Pleno.
A medida que la Cámara se enfrenta a una segunda semana de vacío de poder, al no tener un presidente electo, los republicanos siguen divididos entre quién será el candidato adecuado para tomar el mazo.
Incluso, muchos republicanos no tuvieron de acuerdo en la destitución de Kevin McCarthy sin haber culminado su periodo como presidente de la Cámara y estarían pidiendo el regreso del republicano.
Patrick McHenry como presidente interino
Patrick McHenry tomó el mandato de la Cámara de Representantes después de la destitución de McCarthy. Sin embargo, su liderazgo tampoco ha sido como se esperaba.
Algunos republicanos están instando a McHenry a “interpretar sus poderes” de manera más amplia, si eso es lo que necesita la Cámara para “volver a su funcionalidad”.
“Estamos en aguas desconocidas, pero también está muy claro que no queremos tener un presidente pro tempore que dirija la política. Ese no es su papel”, dijo el representante republicano Zach Nunn, “pero tampoco es necesario que se silencie la voz del pueblo estadounidense porque el Congreso no pueda funcionar”.
Por ahora, la Cámara sigue en el limbo y con muchas divisiones internas dentro del Partido Republicano que no les permite avanzar.