Estados Unidos y Filipinas reforzaron su alianza en materia de seguridad, luego de las continuas tensiones marítimas que han aumentado la presión diplomática entre China y Filipinas.
Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y Eduardo M. Año, su equivalente filipino, mantuvieron el lunes 24 de octubre una conversación telefónica para abordar este asunto relacionado con China.
La Casa Blanca confirmó esta conversación mediante un comunicado en el que resaltó el apoyo de Washington a su aliado filipino y condenó las acciones de los guardacostas chinos como "peligrosas e ilegales". El diálogo hizo hincapié en la intención mutua de profundizar en su estrecha cooperación.
El conflicto marítimo
Los conflictos marítimos comenzaron el domingo 22 de octubre cerca del disputado atolón de Second Thomas Shoal durante una misión filipina de abastecimiento.
El atolón se encuentra a menos de 200 millas, la frontera marítima legal de las Naciones Unidas, de la costa occidental de Filipinas. Las imágenes difundidas por Filipinas muestran una colisión menor entre una patrullera de la guardia costera filipina y un buque chino, seguida de una intimidación percibida de un pequeño barco filipino (Unaiza, 2 de mayo) por parte de dos buques guardacostas chinos.
Estados Unidos y Filipinas están vinculados por un tratado de defensa mutua firmado en 1951, que abarca los ataques armados contra fuerzas militares, embarcaciones públicas y barcos filipinos, incluidos los de la guardia costera, en todo el Mar de China Meridional, según el Departamento de Estado.
Sin embargo, Jonathan Malaya, director ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional de Filipinas, declaró a CNN Filipinas que los recientes conflictos no activarían el tratado, debido a que no hubo ningún ataque armado.
Tensiones entre Filipinas y China
Estados Unidos, viejo aliado de Filipinas en la región, expresó anteriormente su intención de patrullar junto a los buques filipinos en estas aguas en disputa.
Esto sigue una trayectoria de fortalecimiento de los lazos en materia de seguridad desde la llegada al poder del presidente Ferdinand Marcos Jr. en 2022.
Al mismo tiempo, la relación entre Filipinas y China aumentó en los últimos meses, con acusaciones y quejas recíprocas por los conflictos marítimos.
La disputa de soberanía sobre varias islas y atolones del mar de China Meridional sigue alimentando la tensión entre China y Filipinas.
A pesar de la reclamación casi total de Pekín sobre estas aguas, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya se puso de parte de Manila en una sentencia de 2016.
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