Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU documentaron un brote de salmonella en 22 estados que ha provocado 73 casos de enfermedad y 15 hospitalizaciones.
Esta crisis sanitaria se detectó en productos específicos de cebolla cortada en cuadrados de la empresa Gills Onions, lo que desencadenó una alerta de seguridad alimentaria emitida por los CDC el 24 de octubre y llevó a la compañía a iniciar una retirada voluntaria de productos.
Los productos investigados incluyen algunos lotes de cebollas amarillas cortadas en dados, envasadas en bolsas de 3 libras y tazas de 8 onzas; apio y cebollas cortados en dados, en tazas de 8 onzas; mirepoix cortado en dados, en tazas de 10 onzas; y cebollas rojas cortadas en dados, en tazas de 8 onzas.
Estos lotes, identificables por las fechas de caducidad del 8 al 28 de agosto, han sido retirados de los estantes de las tiendas.
No obstante, los CDC aconsejan a los consumidores que comprueben si en los congeladores y frigoríficos de sus hogares hay alguno de estos productos retirados y sugieren que los desechen o los devuelvan.
Las superficies que podrían haber sido contaminadas por estos productos también requieren atención, y los CDC recomiendan una limpieza exhaustiva con agua caliente y jabón o un lavavajillas.
Más sobre el brote de salmonella
Los productos retirados de Gills Onions no sólo se vendieron en tiendas, sino que también se distribuyeron a restaurantes e instituciones de EEUU y Canadá. Una parte del brote se detectó en un centro de cuidados.
Los CDC siguen investigando el brote, pero advierten de que su alcance real puede ser mayor que el de los casos notificados.
Los síntomas de una infección por salmonella, que abarcan diarrea, fiebre y calambres estomacales, pueden aparecer horas o días después de consumir los alimentos infectados por la bacteria.
Aunque la mayoría de los afectados se recuperan con tratamiento, los contagios graves exigen una intervención médica inmediata.
Los síntomas persistentes durante varios días o los indicios de deshidratación también deben ser motivo de preocupación.
Ciertos grupos, como las personas mayores, los niños menores de 5 años y las personas con sistemas inmunitarios debilitados, son más propensos a padecer enfermedades graves derivadas de la infección por salmonella.