ir al contenido

Conmemoraron a rehenes de la guerra Israel-Hamás con una mesa de Shabat en Times Square

Una enorme mesa vacía en forma de U, dispuesta para 224 asistentes, se instaló como un faro de esperanza el jueves

times square shabat
Cada silla vacía de la mesa representaba a un cautivo israelí retenido por Hamás en Gaza. | Foto: EFE/EPA/JUSTIN LANE.

El corazón palpitante de la ciudad de Nueva York, Times Square, se convirtió en el escenario para instalar mesas de Shabat como símbolo de solidaridad para los más de 220 rehenes israelíes cautivos de Hamás desde la invasión de Israel el 7 de octubre.

Una enorme mesa vacía en forma de U, dispuesta para 224 asistentes, se instaló como un faro de esperanza el jueves.

Entre los rehenes israelíes se encuentran Erez, un niño de 12 años obligado a celebrar su cumpleaños lejos de casa, su hermana Sahar y su padre, Ofer Calderón. El sufrimiento de la familia se ve agravado por la pérdida de la abuela y el primo de Erez durante la invasión.

Dirigida por el activista israelí Omer Lubaton-Granot, la multitud cantó "Cumpleaños feliz" al ausente Erez, resonando sus voces con una nota conmovedora.

Cada silla vacía de la mesa representaba a un cautivo israelí retenido por Hamás en Gaza, un desgarrador recordatorio de las vidas humanas entrelazadas en este conflicto en curso.

La mesa, diseñada para imitar una mesa de Shabat, formaba parte de una serie de gestos simbólicos concebidos por el Consejo Israelí-estadounidense en Estados Unidos, Israel y en todo el mundo, con el objetivo de concienciar y presionar para la liberación de los rehenes israelíes.

Detalles del Shabat en el Times Square

En un momento de sincera determinación, Lubaton-Granot prometió a Erez: "Tu madre merece abrazarte en tu cumpleaños, y tú mereces su consuelo. Nos esforzaremos sin descanso para que así sea".

La pieza central del acto fue una trona de madera con la imagen de un bebé israelí de nueve meses llamado Kfir, con la etiqueta "secuestrado".

La organización incluía una mesa separada para niños, biberones, platos de colores pastel y osos de peluche con los ojos vendados, símbolo de los niños cautivos.

La manifestación, que duró cinco horas, atrajo a cientos de israelíes y simpatizantes. A pesar de algunas discrepancias ocasionales y de una breve refriega en torno a una bandera israelí, la multitud se mantuvo firme.

Navé Strauss, un neoyorquino cuyos familiares están retenidos en Gaza, animó a la multitud a "repetir el llamamiento, presionar a todo el que esté en una posición de poder, a todo el que pueda negociar su libertad. Traedlos a casa".

Respaldada por numerosas organizaciones judías, la manifestación formó parte de una campaña más amplia que lucha por la liberación de los rehenes israelíes. En medio de la escalada de tensión, Lubaton-Granot recordó a la multitud: "Detrás del abrumador número de rehenes, 224 y creciendo, hay vidas individuales y familias. Cada minuto sin sus seres queridos es puro tormento".

Últimas Noticias