El presidente Joe Biden firmó este lunes una orden ejecutiva de gran alcance sobre inteligencia artificial (IA) que marca un nuevo precedente para la gobernanza y la inversión en esta tecnología.
Esta iniciativa esboza las futuras normas de la industria de la IA y, al mismo tiempo, promete una mayor financiación federal para el avance de la IA bajo los auspicios del gobierno estadounidense.
La orden ejecutiva, amplia y exhaustiva, abarca los derechos civiles, las normas de la industria de la IA y una campaña federal de adquisición de talentos.
Un alto funcionario de la Casa Blanca, que habló de forma anónima mientras informaba a la prensa sobre la orden, comparó la gobernanza de la IA con un decatlón, aludiendo a su naturaleza compleja que exige una estrategia global.
El funcionario hizo hincapié en la necesidad de abordar la seguridad, la equidad, la privacidad y otras facetas de forma simultánea, en lugar de centrarse selectivamente en áreas aisladas.
Además, abogó por una “legislación bipartidista sustantiva” que refuerce la gobernanza y la inversión en IA en Estados Unidos.
La orden ejecutiva de IA que firmó Biden
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, aunque organizó una reunión privada con líderes de la industria en septiembre, aún no ha propuesto una legislación sustancial sobre IA.
La orden ejecutiva mejora un acuerdo previo no vinculante alcanzado en julio, que fue respaldado por siete grandes empresas tecnológicas estadounidenses implicadas en el desarrollo de la IA.
Este acuerdo incluía invitar a expertos externos a examinar sus sistemas en busca de vulnerabilidades y difundir sus principales conclusiones.
La orden ejecutiva refuerza este compromiso invocando la Ley de Producción de Defensa, lo que obliga legalmente a estas empresas a compartir los resultados de las pruebas de seguridad con el gobierno federal.
La orden también asigna al Departamento de Comercio la tarea de formular directrices para la “marca de agua” de los contenidos generados por IA.
Esta iniciativa pretende garantizar que los consumidores puedan diferenciar entre los contenidos producidos por humanos y los generados por IA, incluidos los vídeos deepfaked o los textos creados por programas de IA como ChatGPT.
Financiación para investigación
La directiva presidencial refuerza aún más la financiación de la investigación en IA y acelera la contratación de personal federal especializado en IA.
Para agilizar esta expansión de la mano de obra, la Casa Blanca presentó un sitio web especializado, AI.gov, que pone en contacto a los solicitantes de empleo con las funciones de IA del gobierno.
Fei-Fei Li, codirector del Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano de Stanford, subrayó en una entrevista el papel crucial que desempeña la financiación pública para que la IA pueda hacer frente a los grandes retos humanos.
Li destacó el potencial distintivo del sector público para aprovechar la IA en diversas aplicaciones, desde innovaciones médicas a soluciones climáticas.
Sarah Myers West, directora general del AI Now Institute, elogió a Biden por integrar consideraciones sociales y éticas en la orden de IA.
“Es fantástico ver a la Casa Blanca marcar la pauta en los temas que más importan al público: trabajo, derechos civiles, protección de la privacidad, promoción de la competencia. Esto subraya que no se pueden afrontar los riesgos futuros de la IA sin abordar adecuadamente el presente”, declaró a NBC News.