Acapulco quedó devastada tras el paso de Otis. El huracán se cobró la vida de 45 personas, mientras que otras 47 están desaparecidas, según el último reporte de las autoridades mexicanas este martes.
El gobernador del estado de Guerrero, donde se encuentra Acapulco, ofreció una actualización sobre los estragos que generó Otis. Entre las víctimas confirmadas están ciudadanos de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.
El aumento de la velocidad de los vientos de Otis sorprendió a los expertos en meteorología. Según el Centro Nacional de Huracanes (NOAA), los vientos del huracán aumentaron 115 millas por hora un día antes de tocar tierra.
El NOAA calificó al huracán Otis como “el más potente que ha tocado tierra en el Pacífico oriental en la era de los satélites”.
La devastación de Otis
Acapulco ya no será la misma, por lo menos, en este momento. La ciudad se encuentra totalmente devastada, con carreteras destruidas y con decenas de funcionarios buscando a las personas desaparecidas.
La mayoría de las viviendas de Acapulco están llenas de barro. La ciudad está incomunicada por los árboles caídos y el barro acumulado en las carreteras. Además, los habitantes de Acapulco se enfrentan a la escasez de agua potable.
Aproximadamente, el 90% de los edificios de Acapulco sufrieron daños por el paso del huracán Otis. Decenas de familias perdieron sus viviendas, quedando damnificadas.
Las autoridades mexicanas iniciaron la distribución de suministros esenciales, que incluyen agua y combustible, a los residentes de Acapulco. También se están realizando esfuerzos para recuperar la electricidad.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo a los afectados por el huracán Otis que “no les va a faltar trabajo ni comida, agua, lo básico y muy pronto, vamos a restablecer el servicio eléctrico”.
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