En un avance hacia la promoción de hábitos alimenticios más saludables, el Consejo Municipal de Nueva York estableció una normativa que obliga a las cadenas de restaurantes que operan en 15 locales o más a designar los alimentos con alto contenido en azúcar con un símbolo distintivo.
Esta legislación, en consonancia con las directrices de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) y del Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH) sobre el azúcar añadido, amplía una ley anterior de 2022.
El objetivo es capacitar a los consumidores para que tomen decisiones con conocimiento de causa, fomentando así unas preferencias alimentarias más saludables, según reportes locales el jueves 2 de noviembre.
¿Qué dicen las investigaciones?
Un estudio de 2021 de la Universidad de California en Davis, publicado en la revista Preventive Medicine, demostró que revelar el contenido de azúcar añadido en los alimentos orienta a los consumidores hacia pautas de consumo más sensatas.
El análisis infiere que dicha transparencia puede motivar a los individuos a seleccionar alternativas alimentarias más saludables.
Esta investigación, en la que se encuestó a más de 1.300 adultos, también desveló que el consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2, la séptima causa principal de muerte en Estados Unidos. Además, infla la incidencia de enfermedades relacionadas con el hígado y de complicaciones dentales.

Alta tasa de obesidad
Antes de la pandemia de COVID-19, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelaron que la obesidad afectaba aproximadamente a 100 millones de adultos (41,9%) y a 14,7 millones de niños (19,7%) en Estados Unidos.
En la ciudad de Nueva York, casi dos tercios de los adultos sufren problemas de sobrepeso u obesidad. Los datos del Departamento de Salud de la ciudad reflejan que los adultos negros no hispanos (36,8%) y los adultos hispanos (33,5%) se llevan la peor parte.
El nivel educativo y los ingresos también tienen peso en el riesgo de obesidad, según el Departamento de Salud de Nueva York. La obesidad es menos prevalente entre los adultos con un título universitario (22,8%) y los que tienen unos ingresos familiares anuales superiores a 50.000 dólares (27,3%).
Las enfermedades cardiacas y las complicaciones relacionadas suponen otra amenaza para la salud. Las estadísticas de la ciudad de Nueva York exponen que cerca de 695.000 personas sucumben anualmente a las enfermedades cardiacas, mientras que unos 805.000 estadounidenses sufren un infarto cada año.
En 2020, el 7,3% de los neoyorquinos sufrió un infarto de miocardio, una enfermedad coronaria o un derrame cerebral, y el 18,9% de los adultos mayores de 65 años de edad padeció algún tipo de enfermedad cardiovascular. Con esta nueva legislación, se aspira a reducir estas cifras, fomentando una ciudad y una nación más sanas en general.
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